No iba a darse por satisfecha con una sola entrevista y un articulo, pero sabia mas de un modo de conseguir lo que quería. Y él mejor movimiento en aquel momento sería él de retirada.
Era fácil decir que no le importaba acostarse con Ruggero a cambio de la información que necesitaba. Al fin y al cabo, era una mujer sofisticada del nuevo milenio, aunque en él fondo fuese también algo chapada a la antigua. Y aunque solía decir a sus amigas que no quería nada serio en su vida personal para que no interfiriera con su vida profesional, sabia también que lo que sentía era miedo de que alguien se le acercara demasiado.
Vivir con Ruggero, aunque fuera solo durante un mes, pondría esa determinación en peligro. Se temía que, una vez probara todo lo que se había estado perdiendo en aquellos años, desearía mas.-Creo que tengo que pensarlo -dijo-. No es una decisión que pueda tomar a la ligera.
-Eso lo respeto -contesto el-. La verdad es que no me espe4aba que accedieras.
-Entonces, ¿porque me lo propusiste?
Ruggero se encogió de hombros.
-Hay algo en ti que me hace ser impulsivo.
-A mi me pasa lo mismo contigo -admitió Karol.
Era distinto a otros hombres. No tenia que ver su riqueza o su educación; tampoco con qué pudiera tener la sensación de conocerlo, gracias a la investigación que había llevado a cabo sobre su pasado. Se trataba de lo sorprendida que se había quedado al comprobar lo diferente que era de lo que ella se había imaginado.
Ruggero le dedico esa media sonrisa que al parecer era su único modo de sonreír. En cuanto a las emociones, era mas bien cicatero. Había admitido que la deseaba, por eso era lujuria, algo que él seguramente atribuía a la química. Pero sus verdaderos sentimientos permanecían encerrados bajo siete llaves.
Miro él reloj, y le sorprendió comprobar que le había dedicado treinta minutos. Ella tenia la sensación de que acababa de llegar. Una advertencia mas que tomar en cuenta. Con él, no era la de siempre.
-Tengo que irme. Volveré a verte dentro de unos días para comunicarte mi decisión.
Él se levanto y se acerco a ella para ofrecerle la mano. Ella se la estrecho, consiente de que, aunque se habían besado, nunca se habían estrechado la mano. Él gesto suyo fue firme. Trasmitía confianza. No le sorprendió.
Pero al mismo tiempo le hizo desear más. Quería que la tocara como había hecho antes con la pierna. No podía creer que fuese a marcharse cuando lo deseaba con tanta intensidad.
-¿Estas segura que no puedo hacerte cambiar de opinión? -le preguntó él, acariciándole la parte inferior de la muñeca.
-No, no estoy segura. pero creo que para algo asi, hay que reflexionar detenidamente.
-Pensar mucho lo va a complicar demasiado. nadie tiene por que saber lo que hay entre nosotros. En que se diferencia entonces una relacion de pareja.
-En el acuerdo. Los dos sabemos que no estamos saliendo.
-Esto implica mas compromiso que muchas relciones.
-Que las mayoria de las tuyas?
-Si.
-Sales con mas de una mujer? -pregunto ella. Queria poner a prueba su teoria de que la actuacion de su padre habia dañado su capacidad para las relaciones.-Con dos. ¿Y tu?
-Umm... mas o menos igual. Suelo buscar hombres que no quiera compromisos a largo plazo.
-¿Porque?
seguia reteniendo su mano y describiendo con el pulgar aquellos circulos interminables.
-Por mi carrera. No quiero interferencias.
-Es curioso que te estes plnteando hui de mi y de la entrevista que podria catapultar definitivamente tu carrera.
-Es interesante, si. Pero no estoy segura de querer correr el riesgo, aunque mi jefe supiera que estamos saliendo. No quiero poner en peligro todo por lo que tanto he trabajado -tiro de la mano-. Yo... ¿reconsiderarias el trato de una pregunta, una beso?
-A largo plazo, no.
-¿Y que significa eso?
-Pues que no quiero que salgas por esa puerta sin que te haya dado un ultimo beso. Se que una vez te hayas vuelto a tu oficina y hayas tenido él tiempo de meditar mi ofrecimiento, lo mas probable es que decidas que no valga tanto la pena como para arriesgarte.
Tuvo la impresión, a juzgar por él modo en que lo había dicho, de que ya había oido algo parecido con anterioridad. ¿Seria solo el amargo secreto de su padre lo que había echado a perder las relaciones de Ruggero, o habria mas?
-Dudo que algunas vez llegue a pensar que no vales la pena -dijo, dejandose llevar por un impulso.
-Ya lo estas haciendo, o no te marcharías de aquí.
-Touche.
Ella quería mucho mas de lo que el le habia ofrecido. Le parecia que era un hombre en el que se podia invertir, una mezcla de contradicciones con la que en el fondo sabia que no debía jugar. No deberia permitir que se colara ni en el corazón no en la cabeza, pero desgraciadamente era ya demasiado tarde.
-Un ultimo beso -dijo por fin.
-Sí -respondio el, tomandola en sus brazos.
Su bolso cayó al suelo cuando puso los brazos en su hombros y se encontro con su mirada, de un azul tan intenso que quedo pérdida en El. Incluso se olvido de que había ido alli con intencion de cerrar un acuerdo de trabajo. Iba a marcharse llevandose solo placer, pero merecería la pena por aquella delicia prohibida que era Ruggero Pasquarelli y sus besos.
Se alzo en las puntas de los pies mientras su boca se acercaba lentamente. Se estaba tomando su tiempo. El tampoco quería que aquello terminase, y por eso le gusto un poco mas de lo que ya le gustaba.
Su mano le acariciaron la espalda hasta llegar a la cintura para acercarla aun mas a El, hasta que sus pechos se rozaron, y Karol sintió que sus pezones se enardecían cuando le dibujo la forma de la boca con la legua.
Aquel minimo contacto hizo que todo su cuerpo se tensada y sintió que se humedecía. Tuvo que agarrarse a sus hombros cuando El beso se volvió mas hondo, mas exigente y apasionado. Era una despedida.
-MG
ESTÁS LEYENDO
INDISCRECIONES AMOROSAS
FanfictionRuggero Pasquarelli, millonario y soltero, estaba dispuesto a cerrar un trato con la entrometida periodista Karol Sevilla. Karol quería que el contara su historia, algo que Ruggero estaba dispuesto a hacer...cuando ella accediera a compartir su cama...