Capitulo 38

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Ruggero tenía la sensación de que estaba perdiendo por completo el control de la situación con Karol. La noche anterior había tenido que llevarla a su alcoba porque lo que quería era que durmiera en sus brazos toda la noche ,y, si quería mantener el control sobre sus emociones e impedir que aquella historia de ser amantes acabará transformándose en una relación verdadera, no podía dormir con ella.

El sexo estaba bien, pero dormir juntos le hacía sentir cosas que nada tenían que ver con la química, y sabía que eso era un error.  Desde el principio,  Karol no había sido para él como el resto de las mujeres, y en lugar de considerar esa diferencia como un desafío, su cabeza se empeñaba en tomárselo como un aviso.

Pero no había prestado atención, y en parte temía que ya fuera demasiado tarde.

-Quiero ser tan feliz como el que más.

-Supongo que esto no forma parte de la entrevista, ¿no?

-Supones bien. Esto es entre tú y yo. Sé que estás molesta por lo de ayer.

-Lo estoy. Pero ahora no puedo entrar en eso. Solo tenemos treinta minutos para la entrevista.

-En realidad no queda mucho más que decir sobre la empresa, pero contestaré a tus preguntas más tarde si te surgen más.

-Gracias. ¿De qué quieres hablar?

No lo sabía en realidad. Ahora que había conseguido desplazar la conversación al terreno personal, se sentía inseguro. Diablos... aquello era un error. Debería fingir que había recibido un mensaje de la oficina y marcharse de allí.

-No puedo dormir contigo toda la noche y pretender ser objetivo sobre nuestra relación al día siguiente -confesó.

Ella volvió a morderse el labio inferior y el no pudo resistir la tentación de besarla.

-Yo tampoco puedo. No sé qué pensar porque no puedo decir si lo que está pasando lo propicias tú o lo propició yo. Siempre he tenido relaciones sencillas y sin ataduras, pero contigo no me parece que eso baste.

No le gustaba oírla hablar de sus anteriores relaciones, aun cuando sabía que era una actitud hipócrita. Él había tenido esa misma clase de relaciones, pero no le gustaba imaginarse a otro hombre acariciandola íntimamente. O conociendola del modo en que el empezaba a conocerla.

-Yo tampoco lo sé. No podría haberme metido en una situación como esta con una mujer más complicada que tú. Eres periodista...

-Lo sé. Y tú tienes fobia al compromiso. No somos la media naranja el uno del otro, pero el acuerdo al que llegamos... es más complicado de lo que yo pensé que sería.

-Lo siento -dijo él.

-Y lo peor es que después de todo lo que ha pasado entre nosotros, yo no lo siento.

Aquellas palabras volvían a darle la mano en la partida. Tenía la sensación de que, si extremaba el cuidado a la hora de tratarla a partir de aquel momento, ella podría estar más predispuesta a tolerar sus defectos. Y el acuerdo aún podía funcionar como él necesitaba que lo hiciera.

-Tendremos que ir descubriéndolo a medida que avancemos -dijo, esperando que aquellas palabras bastarán para que se sintiera feliz.

-Sí, así será. Tengo una pregunta más que hacerte.

-¿Ah, sí?

-¿Hay una parte de tí mismo que se pregunta si la relación de tus padres habría resultado de otro modo de haber utilizado un servicio como este?

Y, ¡zas!, así sin más, volvía a ser ella quién era mano en su partida. Aquella era una pregunta que se había hecho un millón de veces. Cuando su primo Grand había sido víctima de aquella cazafortunas, y lo había enviado al servicio de búsqueda de pareja, lo hizo pensando en su madre. ¿Habrían sido capaces de prever que su padre podría crear dos familias separadas y conseguir que sus vidas nunca se cruzaran?

-No suelo remover el pasado -dijo.

-Ruggero, te he dado acceso a mi persona como no lo ha tenido ningún otro hombre, y espero que hagas honor a nuestro acuerdo y respondas a mis preguntas.

Se levantó de la silla y se alejó unos pasos.

-No puedo hacerlo. No acordamos cómo contestarle a tus preguntas. Solo que lo haría.

Ella se levantó también.

-No voy a permitir que dejes mis preguntas sin contestar. No te he  preguntado por nada demasiado personal. Es una pregunta sencilla.

-No es sencilla, como muy bien sabes, sino tremendamente complicada, y juega con las reacciones emocionales de un muchacho ante una situación horrible de sus padres. Yo soy un hombre, y llevo esta empresa de modo que dé beneficios. Sí, quedaría muy bonito decir que tengo una visión romántica sobre cómo podría haberse salvado el matrimonio de mis padres, pero simplemente no sería cierto. Mi padre fue un falso, tanto en su forma de tratar a mi familia como en sus acuerdos comerciales. ¿Pienso que un especialista en parejas podría haber intuido de alguna manera que era asi en una entrevista de quince minutos? Lo dudo.

Ruggero sabía que tenía que dejar de hablar, pero la rabia que sentía hacia su padre se estaba renovando en su interior, y la ira que le inspiraba Karol por haberle hecho pensar en esas cosas y sentirse como cuando era un crío, era tremenda.

Echó a andar hacia la puerta.

-Esta última parte es off the Récord. No se te ocurra publicarla -le advirtió-. Por hoy hemos terminado. Tengo una cena de trabajo esta noche y mi socio va a venir con su mujer. Espero que tú también vengas. Mi secretaria te diré al sitio y la hora.

Y salió sin tan siquiera mirar atrás.

Y salió sin tan siquiera mirar atrás

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