Capitulo 3

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-Estoy dispuesta a hacer lo que sea para conseguir esta entrevista, Ruggero.

Su determinación le sorprendió. Hacia mucho tiempo que no se encontraba con alguien tan decidido a conseguir algo de el.

-¿Lo que sea?

-Si. Todo el mundo sabe que siempre consigo contar la historia que quiero contar, y me estas haciendo quedar mal en el trabajo.

-Y eso no podemos permitirlo, ¿Verdad?- le pregunto el, poniendo con suavidad las manos en sus hombros.

No era tan alta. Debía de rondar el metro sesenta y cinco. Aun así solo le llegaba un poco mas abajo de la altura del pecho y le gusto la sensación de poder que le otorgaba mirarla desde arriba.

-Sabes su no concedo entrevistas.

-Pero esto es distinto. Ahora tienes un programa de televisión.

-Yo no. Mi empresa. Es muy diferente.

-Tu padre no lo entendía del mismo modo. Prácticamente vivía en las paginas del post.

-Yo no soy mi padre. Mi respuesta sigue siendo no.

- Por favor...- insistió ella, echando la cabeza hacia atrás con un mohín en los labios.
   Tenia una boca tan sensual que Ruggero deseó gemir en voz alta, y sintió un latigazo de lujuria.

- Podría llegar a hacerlo, pero el precio seria alto.

-Fijalo tu.

Con dos dedos tomo un mechón y se lo enrollo en el indice, ante lo cual ella se sonrojo. Tenia la piel clara con algunas pecas poco marcadas, y conner la sintió suave bajo su mano. La deseaba.

Pero sabia que nunca podría estar con ella. No podía estar con un mujer en la que no confiaba y cuya lealtad acabaría estando siempre con su periódico. Pero tampoco quería dejarla marchar sin robarle al menos un beso.

-Se mi amante por un mes y responderé a todas tus preguntas.

Karol clavo la mirada en los ojos más mieles que había visto nunca e intento comprender lo que acaban de oír. No se imaginaba que un hombre tan...conservador pudiera exitarla tanto. Vivían en mundos diametralmente opuestos, y sabia que estaba jugando con ella.

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