INDISCRECIONES AMOROSAS

Capitulo 20

Karol sospechaba qué a ruggero no iba a hacerle Muchas gracia verla allí, pero no se había imaginado que su enfado iba a ser de esas proporciones.

- Cenar.
-No me toques las narices. La primera vez me hizo gracia, pero ahora no tanta.

- No pretendo pasarme de lista. He venido a cenar, y no tenía ni idea de que ibas a estar tu.

-Ya.

-¿Y qué crees que puedo hacer? Tu hermana es amiga de una de mis mejores amigas. Bueno, tú también conoces a Willow.

-¿Es a ella a quién le has pedido que te acerque a mi hermana?

- En absoluto. Quiero entrevistarte a ti, ruggero, no a tu hermana. Me reía con ella porque piensa que haríamos buena pareja, tú y yo, pero qué cómo soy periodista no puedes ver mis encantos.

- Puedo ver tus encantos con toda claridad - murmuro, frotándose la nuca-. Así que no estás aquí para indagar sobre mí.

-No. Y me insulta que pienses que haría algo así. Soy periodista, pero tengo etica. Ni me invento la historia de los demás, ni rebusco en la basura para encontrar pistas. Cuando escriba tu historia, será porque tú me hayas dado permiso para hacerlo.

Es verdad que se sentía insultada. ¿Y quién no? Pero más que nada, le había hecho daño. Tenía la sensación de que Ruggero estaba haciendo cuánto podía por evitar sentirse atraído por ella, y, si eso significaba que tenía que convencerse de que ella era la mala, lo haría.

-No voy a quedarme a cenar. Tu hermana es encantadora, pero tú no eres el hombre que yo creía.

Y dio la vuelta.

Ruggero la sujeto por un brazo en el último momento.

-Lo siento.

-¿ Qué?

- Que lo siento - repitió el-. Ya me había sentido acorralado por Vale , y luego verte aquí ha sido como echar gasolina al fuego. Pero me he alegrado de verte. Bueno, me alegro. Maldita sea, karol... Eres una complicación para mí.

- Eso ya lo he dicho yo antes sobre ti. No sé porque no puedes acceder sin más a la entrevista para que podamos olvidarnos de ella.

-No puedo hacerlo porque he Jurado Que no volvería a conceder una entrevista jamás.

- Sin embargo, has estado dispuesto a negociar conmigo.

- Es que es la única carta que tengo - admitió el-. es lo único que puedo decir para mantener tu interés vivo y que puedas quedarte conmigo.

- Podrías probar a pedirme que me quedé.

- No. no puedo. Entonces sabrías lo mucho que me gustas.

Karol lo abrazo y apoyo la cabeza en su hombro.

-¿Por qué lo haces todo tan difícil?

-¿ Yo?

- Sí- contestó Karol, dando Un paso atrás-.  ¿Por qué te resulta tan difícil?

-¿ Él qué? ¿ lo nuestro?

Ella asintió, y en ese momento se dio cuenta de lo vulnerable que se sentía.

- Pues porque no te pareces a las otras mujeres con las que he salido.

- Parecé una frase hecha.

- No lo es. Eres tan apasionada, te entregas tanto a tu trabajo... No dejas que nada se interponga en tu camino, pero cuando te tengo en mis brazos sé que eres igual de apasionada conmigo. Es lo que quiero, y sin embargo...

-¿Que?

- Pues que también pareces una persona tremendamente absorbente.

Entendía perfectamente lo que pretendía decir. Sospechaba que tenía tanto miedo como ella de permitir que alguien se le acercase demasiado. Los dos estaban acostumbrados, cada uno a su modo, a estar solos, y conocer a una persona del otro sexo con la que la química fuera tan intensa, era una amenaza.

Llamaron a la puerta y alguien abrió. Era Vale, que llevaba Dos copas en la mano.

-Siento no haberos dicho que os ibais a encontrar aqui -dijo.

- No pasa nada - contestó Karol.

- Luego hablaremos - dijo Ruggero.

Pero vale Le entregó una copa de cóctel a calor y a él lo abrazó.

- Es culpa tuya, por no haberme contado lo que había entre vosotros. Pero yo sabía que pasaba algo.

Karol vio que la expresión de ruggero cambiaba, y aunque la intención de Vale era ayudar, acababa de hacer lo único que podía empujar a ruggero aún más lejos de ella: El llevaba a gala su capacidad para mantenerse distante con todos de todos, pero su verdadera naturaleza quedaría al descubierto si todo el mundo los veía como pareja.