Ruggero Pasquarelli, millonario y soltero, estaba dispuesto a cerrar un trato con la entrometida periodista Karol Sevilla. Karol quería que el contara su historia, algo que Ruggero estaba dispuesto a hacer...cuando ella accediera a compartir su cama...
Karol se preparó para su entrevista con Ruggero como quién prepara un encuentro con el presidente de Estados Unidos. Sabía que tenía que tener todas sus preguntas y respuestas preparadas y sabía que debía mantener la guardia alta. Si no, a Ruggero no le costaría nada distraerla.
Su plan, aunque fuera difícil de ejecutar, era mostrarse profesional Y no hablar de lo que había ocurrido la noche anterior. Pero estaba cansada, y no se sentía del todo bien.
La conversación que había mantenido con Willow aún le pesaba cuando se bajó del taxi delante de Matchmakers Inc.,y se preguntó qué había sentido gail cuando se plantó allí por primera vez.
Su amiga Había decidido acudir a los servicios de búsqueda de pareja porque estaba cansada de estar sola.
¿Y ella? ¿Tambien estaba cansada de estar sola? ¿Era esa la razón por la que estaba sintiendo cosas por Ruggero que no quería sentir? Ojalá que no. Enamorarse no figuraba entre sus planes hasta que estuviera más cerca los cuarenta, y dado que acababa de cumplir los treinta, tenía aún diez años hasta que ocurriera.
-Buenos días. ¿Tiene usted cita con algunos de nuestros consejeros? -le preguntó la recepcionista.
-No, no tengo cita. Soy Karol Sevilla, y ha venido a reunirme aquí con Ruggero Pasquarelli.
-De acuerdo. Él no ha llegado aún, pero ha dejado instrucciones de que la hagamos pasar a la sala de conferencias.
-Gracias - contestó Karol siguiendo la joven por un pasillo de que colgaban fotos con escenas románticas y siluetas de parejas.
La sala de conferencias se adornaba con una foto en gran formato en la que aparecía la playa de una romántica isla con una pareja que caminaba de la mano alejándose de la cámara. Escrito en el final de la pared, enmarcado en una especie de pergamino antiguo, estaban escritas las palabras: todo el mundo se merece ser feliz para siempre.
-¿Quiere tomar algo? -preguntó la recepcionista.
-Un poco de agua, por favor.
La muchacha sacó una botella de agua de una pequeña nevera disimulada en un aparador y la dejó a solas. Karol aprovechó el momento para tomar una instantánea de la habitación con su móvil escribió Unas notas en su cuaderno antes de que la puerta se abrirá a su espalda.
Supo, sin necesidad de verlo, que se trataba de Ruggero. Era como si su cuerpo tuviera una especie de GPS que el informarse de su proximidad.
-Hola, Karol - la saludo.
-Hola, Ruggero. ¿Que tal te ha ido el día?
-Bueno, no ha empezado demasiado bien, dado que mi amante no estaba en casa cuando me he despertado.
-Tenía una reunión temprano.
La miró con sus penetrantes ojos mieles y sintió que podía atravesarla con la mirada.
-Si te parece, siéntate y comenzamos - dijo, bajando la mirada a sus notas.
-No quiero empezar aún. ¿Por qué te fuiste esta mañana sin despedirte?
Se mordió el labio inferior. Tenía que elegir con cuidado sus palabras, o acabaría metiendo la pata.
-Te he dicho que tenía una reunión a primera hora. ¿No podemos dejarlo así? Hablaremos de ello cuando estemos en tu casa esta noche.
-Esta bien - dijo, sentándose junto a ella el lugar de enfrente- ¿Que quieres saber?
-¿Te importa si grabó la entrevista? Así, si tengo alguna duda, puedo volver a la grabación.
-Me parece bien.
Sacó el móvil y seleccionó el modo grabación. Lo colocó entre ellos y pulso el botón de grabar.
-Entrevista a Ruggero Pasquarelli, propietario de Matchmakers Inc., en sus oficinas de Manhattan. ¿ hasta qué punto estás involucrado en la gestión del día a día de la empresa?
-Herede la empresa de mi abuela materna. Mi intención inicial era venderla, Pero tenía un primo que había sido víctima de una cazafortunas y que acabó con el corazón destrozado, de modo que pensé que si me quedaba con la empresa, podía enviar a los amigos que andan queriendo casarse. Matchmakers Inc. Se ocupa de cribar a los aspirantes para evitar que vuelva a ocurrir lo que le pasa a mi primo.
-Interesante. Entonces, en cierto modo, formaste parte de la compañía en sus comienzos ¿no?
-Solo en lo que respectaba a mi primo. los responsables de la empresa ya llevaban tiempo trabajando en ello y gozando de una buena reputación en el desempeño de su labor. Así que yo me límite Añadir una cláusula más en la investigación que ya se hacía de los candidatos.
-En la pared de esta sala se puede leer que «todo el mundo se merece ser feliz para siempre». ¿Es esa también tu meta?
-Si, lo es - contestó él-. Pero no estoy completamente seguro de lo que necesito para ser feliz en una relación.
Aquellas palabras le resultaron inesperadas y alzó la mirada para ver su expresión. El alargó el brazo, le quitó el iPhone de la mano y apagó la grabación.
Me voy a desaparecer por unos días, puede que les actualice, pero no muy seguido, ya que me voy para un campamento de música, y mi Internet será malo, así que... Hasta un día de estos !
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