Onceava puntada (Episodio 2)

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Por la mañana desperté con mucha hambre así que no dude en levantarme a preparar el desayuno, era necesario ir a comprar comida, ya se nos estaba acabando, cuando mi mama se levanto ya le tenía el desayuno en la mesa, me cargaba una sonrisa de oreja a oreja, a pesar de lo terrible que me había pasado me sentí feliz porque no paso más que eso y porque me pude desquitar, es posible que Adrian quiera matarme cuando me vea.

Mi mama me pregunta por qué estoy tan feliz, podría decirle que es por Shawn, por las cosas lindas que nos hemos dicho pero para decirle como llegamos a eso tendría que contarle la historia completa y no puedo decirle a mi mama lo que me hicieron, si se lo digo quizás no me deje salir nunca más, tampoco quiero que se sienta culpable como Julio.

Le digo a mi madre lo de las personas con SIDA, ella se ofrece a acompañarme a advertirles a esas personas, la idea me parece genial, un día completo de madre e hija, como solemos hacerlo siempre, me gusta que mi madre tenga tan buen ánimo, demuestra que se está sobre poniendo bien a la muerte de mi padre, una razón más para admirarla.

Después de comer ambas nos alistamos para salir, mientras me baño no puedo evitar recordar lo que me hizo ese hombre en su ducha, siento repulsión y odio pero alejo el pensamiento cuando me encuentro con mi madre nuevamente, vamos con la primera persona pero la casa está cerrada, mi madre conduce y pensamos que sería bueno ir a comprar alimentos al mercado.

En el mercado hay muchos niños pidiendo comida, están sucios y muy flaquitos, todos los niños me parecen igual, apenas puedo diferenciar a las niñas por el cabello largo y alborotado pero de ahí todos son iguales en el aspecto físico, súper delgados, están rogando porque les regalemos comida y eso rompe mi corazón porque podría dejarles todo lo que llevaremos.

Ver sus ojos triste hace que me sienta culpable de estar tan sana ¿Por qué las personas se ponen a tener hijos si saben que no pueden darles una vida digna? Comprendo a Melissa porque hizo lo que hizo con su bebe y se necesita mucho coraje para hacer algo así, ahora me pongo a pensar que quizás necesite tomar una píldora para la mañana siguiente, el idiota de Adrian no se protegió pero no sé cómo escapármele a mi madre para comprarla.

Mi mama se detiene a comprar frutas, cuando intentamos seguir una chica como de mi edad con un bebe en brazos de aproximadamente tres años nos intercepta y nos pide de lo que llevamos, alega que no ha comido en una semana, tiene lagrimas en los ojos, el bebe también está llorando, miro a mi madre, se que ella no le negara un poco, mi madre me sorprende, le entrega la bolsa entera con todo lo que compro, la chica esta sonriendo.

- Gracias señora, Dios la bendiga a usted y a la joven –le dice

- ¿Dónde está el padre de tu hijo?- le pregunta mi madre

- Esta en entrenamiento para la guerra

- ¿Qué edad tienes?

- 19 –responde intentando calmarse

Mi mama le sonríe, nos despedimos y continuamos nuestro camino, mi mama vuelve para comprar frutas pero esta vez compra más de lo necesario y le va dando a los chicos que nos encontramos en el camino, siempre lo hace pero nunca había dado todo como con esa chica, cuando regresamos al auto me dice:

- Tenemos mucho dinero, podemos hacer esto y yo puedo seguir trabajando y tu puedes ayudarme

- ¿en serio? Gracias mama –le respondo

- Esa chica podría ser tu, tiene casi tu edad

- Esa chica podría ser como tú en unos años, si su esposo tiene éxito en la guerra

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