Puntadas

Puntada 14

 Yo me pongo a reír, me encanta molestarlo, sobre todo cuando pone esa cara, me rio tanto que me duele el estomago, se me salen lagrimas de la risa pero no intento limpiarlas, hago un ejercicio respiratorio para calmarme pero eso es misión imposible cuando sigue viéndome con el rostro hecho una mueca.

Está esperando a que yo diga algo o me calme para regañarme porque estoy casi segura que con su carácter no tardara en hacer algún comentario nefasto, no debería molestarse conmigo si esto es su culpa, él se lo busco, yo le advertí que mi pasado no es precisamente del color del sol pero que quema de todas maneras.

- Tú querías saber –me encojo de hombros – también hay cosas de ti que no entiendo –digo para cambiar de tema –por ejemplo aún no termino de entender cómo es que eras virgen ¿nunca tuviste una novia? –ahora él se encoje de hombros –esa no es una maldita respuesta

- No –niega mientras lo dice

- Pero supongohas estado enamorado, o sea sé que has estado rodeado de muchos hombres y sé muy bien que no eres gay, aún no sé si eres bisexual y lo descubriste cuando estuviste conmigo pero te gustan las chicas y si no lo eres supongo que conociste algunas, como la de tu primer beso o que se yo, a menos que tu primer beso fuera con un hombre.

Me doy cuenta que me gusta más hablar de él que de mí, ya se está haciendo costumbre que al hablar de mi tenga que sentirme juzgada, se supone que las conversaciones tendrían que ser cómodas y comienza a ser un fastidio.

- No soy gay y no me gustan los hombres, no tengo nada en contra de los gays por cierto –utilizo el dedo índice al hacer la aclaración –me gustan las mujeres, siempre me han gustado, desde pequeño, mi primer beso fue antes de que mi mamá muriera y la guerra comenzara pero fue algo tonto, no recuerdo haberle pedido a la chica que fuera mi novia o haber terminado con ella, no recuerdo como deje de verla, creo que fue cuando nos mudamos de casa, luego las cosas con mi padre se volvieron muy serias, comencé a estudiar junto con Raúl en la escuela militar, éramos los más jóvenes así que teníamos que estudiar más para alcanzar al resto, la escuela nos consumía todo el día y en la noche llegábamos solo a hacer los deberes y dormir, era muy cansado, para cuando logre alcanzar al resto y solo iba medio día a la escuela mi padre me metió en entrenamiento del ejercito, me levantaba a las 5 de la mañana todos los días, tenía el tiempo medido para comer, ducharme, hacer ejercicios, luego iba al colegio medio día y al salir tenía que ir al entrenamiento, me enseñaron de todo, como armar o desarmar un fusil, manejar un tanque, superar obstáculos, etc. La tarde completa era para eso y yo tenía que destacar porque mi padre era uno de los altos mandos más importantes en el ejército y tu padre no desaprovechaba cualquier oportunidad para echármelo en cara y humillarme cada vez que me equivocaba, así que al llegar a casa seguía ejercitándome, claro que conocía mujeres, muchas eran adultas y casadas y otras eran las novias de mis amigos o hermanas o mamás, lo cierto es que no tenía tiempo para apreciar a ninguna en ese momento, hace dos años que termine la secundaria pensé que podía estudiar en la universidad y tener una novia pero mi padre se negó por completo a que siguiera estudiando, dijo que debía seguir con mi entrenamiento, Raúl se fue pero poco antes me enseño cosas que él había aprendido por su cuenta, él había estado sacando información de mi padre y no aprendí ni la mitad de lo que el sabia pero con lo que logre captar ahora puedo tener acceso a cierta información y hago cosas en mis ratos libres para evitar que la guerra se siga haciendo más grande, la idea de tener una novia dejo de ser importante, me preocupaban muchas cosas más.

Escuche atenta a cada palabra que él decía, cuando menciono el nombre de Raúl supuse que se refería a su hermano mayor, imagino lo aburrida y meticulosa que debió de ser su vida rutinaria, no me sorprendió que en algún momento quisiera tener novia, es decir, los hombres a esa edad tienen "necesidades" mi pregunta es como sobrevivió tanto tiempo, es decir a mí me gusta el sexo y no me imagino estar meses sin practicarlo.