Puntada 19

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Perdí la noción del tiempo, cuando abrí los ojos podía sentir que era de día, me levante de la cama despacio, Salí a la sala y mire a Thomas dormido en una de las sillas mecedoras,  regrese al cuarto por la cobija y se la coloque encima, roce su piel levemente, estaba helado.

Me quede de pie observándolo, no se precisamente que esperaba encontrar pero estuve ahí solo viéndolo por un largo rato hasta que mis piernas se cansaron, me senté frente a él y lo seguía observando pensando en si debería odiarlo o no, en si debería temerle o no, no somos tus enemigos  sus palabras regresan a mi mente, quizás no son mis enemigos pero tampoco son mis amigos y no puedo confiar en ellos.

Thomas decidió dormir aquí en lugar de su cama, me dejo sola cuando estaba molesta, prefirió que estuviera cómoda, eso sí fue lindo de su parte pero no puedo olvidar lo fastidioso que se escucha cada vez que me llama de una forma grotesca, ayer me dijo que estaba rica, me llena de repulsión la forma en que habla, Shawn es mil veces más culto.

En realidad no se trata de quien  es más culto, todo esto es porque con quien quiero estar es con Shawn y no con no él, con Shawn todo se da tan bien, hasta las discusiones son mejores.

Thomas abre los ojos e inmediatamente me levanto y me dirijo al cuarto, dos minutos después Thomas aparece en la entrada de la habitación, su cabello esta mas alborotado e increíblemente le sienta muy bien, su larga cabellera y su barba le da un buen aspecto, hace falta ver las fachas en las que duerme para que me borre la buena imagen que tengo de él.

- ¿sigues molesta? – me pregunta
Gire los ojos
- Vamos levántate, hay que desayunar, luego te llevare a un lugar que te pondrá de mejor animo
Me levante y lo seguí, pensé que iríamos a otra casa a desayunar como hicimos en la cena pero Tom se quedo en la cocina, saco una porra que lleno de agua y la puso a calentar en el fuego.
- ¿vendrán los demás a desayunar? –le pregunto
- No, los veremos a medio día para almorzar
- ¿necesitas ayuda en algo? –me ofrezco voluntaria
- No, tu eres mi invitada –me guiña el ojo y me sonríe, noto como se le forman los camanances y lo bonito que se le ven
- Gracias supongo
- Gracias a ti por ponerme la sabana, estaba muriendo de frio
- La hubieras tomado, yo no la ocupe, no esperaba que me cedieras tu cama
- No esperes que lo haga otra vez, esta noche así te incomode compartiremos la cama, no te acostumbres
- No es necesario, yo duermo en la silla
- Como quieras
Está preparando un pan con jalea la cual no es de ninguna empresa, el frasco es transparente, me pregunto si la habrá hecho el mismo, luego toma la porra de agua y la sirve en dos tazas.
- ¿tomas café? – asiento
Me lleva el pan con jalea hasta donde estoy sentada y me extiende la taza de café, la acepto, él se sienta frente a mí, donde yo estaba observándolo antes de que despertara, miro el café, lo soplo y regreso la vista a él, esta remojando el pan en el café.
- Qué asco –las palabras salen de mi boca antes de pensarlas
Tom sonríe
- Es solo pan
- Con jalea –le recuerdo
- Inténtalo – niego y hago cara de asco
Terminamos de comer en silencio, es un poco extraño no tener nada que decir después de la discusión de anoche pero es un poquito más placentero que tener que escucharlo decir alguna palabra que termine en diminutivo para referirse a mí.

Thomas me intenta tomar la mano al salir de la casa como la vez anterior pero no lo acepto, lo rechazo a cada momento, el beso que le di fue lo más estúpido que hice, no solo no puedo confiar en él sino que tampoco debo.

Caminamos hasta llegar a un lugar con muchos árboles alrededor, perdemos de vista el camino, el pequeño pueblo, ahora no existe nada más que naturaleza ¿Por qué me trae aquí? Seguimos caminando  y no creo toparme con algo que no sea verde por eso me sorprende cuando a lo lejos visualizo un muro, es enorme, no tengo idea de lo que pueda estar al otro lado pero sea lo que sea me asusta.

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