VI. ¿Por qué?

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-No, no puede ser - Susurré

Esa voz, es la misma del hombre que me hizo tanto daño, el mismo que me traicionó y destrozó mi corazón. No quería voltear y enfrentarme a esto, quería que fuese un sueño pero estaba segura que no lo era; él no podía hacerme esto.

-Si puede ser, estoy aquí Sammie, he...

-No vuelvas a decirme así - dije mientras me levantaba y secaba las lágrimas que comenzaron a caer.

-Sam, quiero que hablemos, quiero explicarte...

-¿Explicar qué? ¿Qué me engañaste con una de mis amigas, que llegue a tu casa porque te tenía una sorpresa y la sorprendida fuí yo, que me ilusionaste sólo para hacerme daño? Tranquilo, que todo eso ya lo sé, no hay nada que explicar. Ahora te pido que no vuelvas a buscarme.- me voltee para despedirme de mi mamá y comencé a caminar alejándome de allí y entonces gritó.

-Sam, ¡yo te amo!- Regresé y la palma de mi mano hizo contacto con una de sus mejillas.

-No vuelvas a decir que me amas-otra vez las lágrimas inundaban mis mejillas- alguien que ama no hace daño, solo quiere el bien para el otro como yo lo quería para tí- mi tono de voz estaba alto, muy alto pero no me importaba, todo lo que calle aquella vez se lo diría hoy, es la única manera de desahogarme por completo- te di mi confianza y mi amor, te respeté, te lleve a mi casa, conociste a mi familia, jamés te fallé y cada promesa que te hice la cumplí, sabías de mi dolor y no te importó, tu sólo me utilizaste, me engañaste, creí todo y caí como una completa estúpida, me enredaste con tus mentiras y tus falsas promesas, yo... -y me besó. Me sentía extraña, yo no le daba paso al beso, mi corazón decía que lo necesitaba pero mi mente sabia que no podía aceptarlo, reaccione y lo aparté.

-¡Eres un completo idiota, no vuelvas a hacer eso!

-Lo siento Sam, fue un impulso, no pude evitarlo.

-Pues ve y que tus impulsos te den con alguien más, no conmigo. No vuelvas a buscarme.- y me alejé, esta vez no miraría atrás, no volvería aunque gritara mil veces más.

-¡Lo haré, No voy a perderte! - gritó pero seguí, necesitaba irme lo mas pronto de ahí.

Mire el reloj y ya había pasado una hora y media, sequé mis lagrimas, encendí el auto y comencé a manejar rápido-gracias a Dios papá no estaba conmigo- Tomas debe estar preocupado.

Llegue al parque y no vi a mi hermano por ningún lado. Llame a papá con la esperanza de que me dijera que ya había llegado a la casa pero cuando el teléfono estaba repicando, alguien me asustó por detrás.

-¡Tomas, me asustaste! ¿donde estabas? no te ví por ningún lado y ya estaba llamando a papá,

-Estaba escondido, con la finalidad de asustarte hermana.- Tara aún se reía de mi reacción.

-Ah, ¿les causa risa? -Ambos asintieron aún riendo y yo sonreí- Tomas, ¿por qué no invitas a Tara al cine con nosotros esta tarde?- Sus mejillas pasaron a enrojecerse.

-No se si ella quiera-dijo con nerviosismo, colocándose una mano en su nuca- ¿que dices Tara, tus papás te dejarían ir al cine con nosotros?

- Seguro que si- dijo ella también enrojecida.

-Bien, pasamos por ti a eso de las 16h00 Tara, nos vemos- tome el brazo de mi hermano quien no dejaba de verla con admiración y una sonrisa formada en sus labios.

Llegamos a la casa y mientras mis hermanos se arreglaban- Tomas nervioso porque tendría su primera cita con la chica que le gusta- entre a la cocina por una vaso de agua y encontré a papá ahí.

-¿Qué tienes princesa, que te pasó hoy? no creas que no me di cuenta de tus ojitos hinchados cuando llegaste con tu hermano, ¿Acaso no la pasaron bien?

-Ay papá, es tan difícil- dije cuando las lágrimas cayeron y el me abrazó, con mucha fuerza mientras yo le devolvía el abrazo de igual manera.

-Cuéntame, ¿que pasó?

-Él ha vuelto papá, yo...-un nudo se formo en mi garganta- estaba visitando a mamá, le lleve una rosa y cuando iba a despedirme el apareció y empezó a decirme muchas cosas y yo sólo... -Las lágrimas no me permitían hablar- ¿por qué papá, por qué me pasa todo esto a mi?

El solo me abrazaba, no me soltaba. Cuando encontré a Erick engañándome con Rousse -"mi amiga"- fue muy duro para mi, mi reacción no fue reclamarles, gritarles, nada, en ese instante yo solo observe la escena sin poder creerlo y cuando se dieron cuenta de mi presencia sorprendidos saltaron alejándose uno del otro como si la traición ya no estaba cometida.

Flashback

Iba en camino a casa de Erick, hoy cumplíamos 4 años de habernos conocido, y ya que me había dicho que se sentía mal esta mañana, quería llevarle un almuerzo sorpresa para los dos.

Llegue a su casa y saque las llaves del florero que estaba justo al lado de la puerta- su mamá me las había dejado allí, era la mejor suegra del mundo, mi cómplice en todos los detalles que le organizaba a Erick- Entre y fuí directo a la cocina y sin hacer ruido decoré la mesa de comer, con nuestros almuerzos listos y su postre favorito: Torta de oreo. Subí a su habitación y como mi suegra me comunicó que al salir el seguía durmiendo, entonces abrí la puerta con cuidado y la que se llevo una sorpresa... fuí yo.

-No puede ser verdad- dije en un susurro.

-Sam, no es lo que parece- dijo Erick, no era lo que yo pensaba y estaba desnudo cubierto con una pequeña sabana de las caderas hacia abajo que se colocó en cuanto me vió. Se acercó intentando sostenerme pero la palma de mi mano voló a su mejilla en un movimiento que ni yo coordine.

-Tu no vuelvas a buscarme y tu Rousse, siempre supe que eras una zorra.

Salí rápidamente de allí, no quería ver a ninguno de los dos ni calarme sus "disculpas" cuando era mas que obvio que desde hace rato traían consigo estas visitas.

Fin del flashback.

-Todo pasa mi bebé, el dolor sanará y el perdón llegará para traer consigo la paz, tranquilidad y felicidad- me dijo papá mientras aún estaba sumergida entre sus brazos, me sentía segura en ellos, él me entendía tanto, no era como esos papás que salían a perseguir a los ex que le hacían daño a sus hijas, el prefería quedarse conmigo en todo momento y no dejarme sola, abrazándome sin soltarme para así aliviar el dolor.

-¿Cuando papá?- Me limpió las lagrimas que quedaban en mis mejillas con sus pulgares mirándome a los ojos.

- Ten paciencia mi pequeña, todo eso pasará cuando tu misma le abras el camino.

-Gracias pá, te amo. No es porque seas el mio, pero eres el mejor padre del mundo.

-y yo a ti mi princesa.

...

5 horas después, ya estábamos en casa cenando, habíamos pasado un día excelente los 5, porque si, al final fue Tara y me dió mucha alegría ver a Tomas feliz y con una sonrisa dibujada en su cara por tener a la chica que le gusta a su lado. Creo que fue la mejor cita que pudieron tener.

Cuando por fin llegó la hora de dormir, sabía que tenía que ir el día siguiente a casa de Nat, para contarle lo que sucedió pero por ahora solo quería descansar y olvidarme del mal momento de esta mañana.

Hasta que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora