XXVIII. Renacer.

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Hace dos días que desperté de aquel coma que me tenía cautiva en su mundo y sin poder ver los rostros de las personas que más amo en la vida; pero también, aquel coma que me permitió volver a ver el de mi madre, donde la abrazaba de nuevo y ella decía que me amaba, que era fuerte... y la verdad es que nunca lo fui pero ahora lo seré, por sus palabras, por mi familia y por mi, porque ahora se, que a pesar de que nos adentremos en el túnel más oscuro, al final siempre veremos la luz, y mi luz es ella: cada día que la veo en mis sueños, cada tanto que la pienso, porque aún cuando no la tengo físicamente cerca, la siento en mi, dentro de mi ser, en cada paso que doy, vaya bien o mal, ella me acompaña como un fiel marinero a su capitán, porque sabe que la necesito, como las flores necesitan del sol, como la vida necesita el oxígeno, como los peces al mar, como los lobos estar en manada, como un pintor a su pincel, como las personas el amor: yo siempre la necesitaré. Es por eso que al salir, para recordarle y que tenga en cuenta que recuerdo a la perfección sus palabras, he decidido visitarla con mi papá y mis hermanos, llevaremos flores en conmemoración al amor que le tuvimos, tenemos y tendremos a ella.

Veo a mi papá colocarse de cuclillas frente a su tumba y lágrimas recorren sus sonrojadas mejillas, sin duda la debe extrañar igual o un tanto más que nosotros: papá y mamá siempre consagraron su amor, y no me refiero únicamente al matrimonio, no, ellos diariamente se enamoraban como dos locos adolescentes, lo expresaban frente a nosotros y el mundo entero, eran felices el uno con el otro y siempre se decían: "no nos equivocamos al elegirnos". Los te amo se quedaban cortos para darle alguna definición a sus sentimientos y su relación, siempre me sentí orgullosa de ellos y los padres ejemplares que fueron, pero mi papá lo sigue siendo aún cuando perdió su mitad, la mujer que lo complementaba y llenaba sus días de amor y caricias, y nosotros debíamos entenderlo. Siempre ha sido el más fuerte, cuidando que ninguno de sus hijos se derrumbe con tan gran dolor que causa el perder a su madre, y yo lo hice, permití mi ingreso en aquel túnel, viví triste todos los días sin prestar atención a sus palabras y ahora me toca remendarlo. Ahora seré yo quien le dé fuerzas a él.

Colocó mis rodillas en el suelo frío y dejo rodar mis lágrimas al igual que mi papá, mis hermanos me acompañan haciendo el mismo gesto, y juntos le damos fortaleza a nuestro padre.

-Pa -el me mira con aquellos ojos llenos de amor aún a traves del mar que llevan y su sonrisa tan melancólica por los recuerdos - estoy segura que mi mamá, donde quiera que esté, está feliz y orgullosa de ver en lo que te haz convertido, lo fuerte que haz sido al ya no tenerla, trabajar por nuestra familia e intentar calmar nuestro dolor. Ella te debe seguir amando tanto como tu a ella y espera el día en que se vuelvan a reencontrar.

-Si, mi niña -sonrió- pero primero quiero verlos triunfar a ustedes que son mi vida.

-Y lo verás papá- Comentó el menor- porque mereces que te brindemos la mayor felicidad y así lo haremos.

-Los amo tanto, no se que haría sin ustedes. Por eso sentí tanto miedo al escuchar que tú, Sam, estabas en aquel hospital, siempre cuidaré de ustedes me cueste lo que me cueste.

-Siempre haz cuidado papá- comentó esta vez el mayor- te amamos.

Erick

Todos estos días en el hospital y ninguno me quiso recibir, pero no iba a llevarle la contraria en un momento tan delicado. Aún el accidente nos parece raro pues ella siempre maneja con cuidado y prefiere ir a la menor velocidad con tal de cuidarse. También, recordó una llamada antes del choque donde la enviaban a dormir por lo que nuestras sospechas aumentaron y ahora nos encontramos en debate con que alguien quiera hacerle daño; yo creo saber quien puede ser esa persona y espero estarme equivocando, de lo contrario le diré a Sam para que coloque la demanda.

Si algo le pasara a Sam, no moriré, eso es lo que espera que diga cualquier persona encantada con el romance, pero mis días si serán más tristes de lo que son ahora que no la tengo a mi lado. No ver aquel cielo que lleva en sus ojos, los cuales me llenan de mucha paz y amor, no enredar mis dedos en su hermoso cabello, sus cachetes de un color tan rosa cada cuanto que le hacen un comentario que le moleste, le entristece o le apene, aquellos movimientos de baile tan extraños que hace pero si que baila mi Sammie, son tantas cosas en ella que hace mi corazón latir con fuerzas cuando está cerca de mi, y ni decir cuando mis labios tocan los suyos, les juro que es lo más perfecto que hay en la vida. Sin duda, no moriría porque algo le pasará, pero si moriría por ella: yo daría mi vida por la de ella, si eso tendrá como recompensa verla vivir, haría lo que fuera. También quiero volver a ver esa sonrisa que necesita, quiero devolverle la felicidad que la vida se ha empeñado en quitarle, quiero entregarle todo de mi para que entienda el significado de mi amor.

¡La voy a recuperar! Esa es mi meta porque Sam es la chica con la que quiero estar, pero también pienso en lo que querrá ella y en que una nueva persona ha entrado en su vida, así que no hay de otra mas que dejarla que piense las cosas y decida qué es lo que realmente quiere de ahora en adelante porque definitivamente no estará bien que le propongamos elegir, ella merece tranquilidad en estos momentos. Merece ser ella quien sola sepa que camino tomar, y sea cual sea su decisión, yo siempre la apoyaré, pero de igual manera debo aclararle que aún la amo.

El amor es especial; es el arcoiris luego de la lluvia, un abrazo luego de una lágrima, una luz en medio de la oscuridad, una sonrisa generando felicidad, una canción para bailar toda la vida junto a esa persona que lo hace nacer, porque el amor es como una flor, comienza como una semilla que necesitará de anteción para crecer y todos los días sea alimentado para no caer, no morir, y persistir asi durante el tiempo que ambos deseen. El amor es paz, es unión, es respeto; el amor va abrazado con la demostración, porque quien no demuestra lo que quiere, puede perder lo que tiene. Si no expresamos nuestros sentimientos, no los dejamos salir a flote, podemos dejar ir aquello que tanto queremos que permanezca en nuestra vida. Y yo la quiero a ella, y aunque ya le he dicho de mil maneras, lo que mi corazón siente al verla, puedo repetirselo día tras día sin cansancio, para que pueda comprender, que la palabra amor, para mí, lleva su nombre.

Necesito verla y explicarselo una vez más, y las veces que sean necesarias hasta que sea ella misma quien tome una decisión. Aunque estoy seguro que ella todavía me sigue amando tan solo necesita que yo mismo sea quien haga renacer aquellos sentimientos que intenta enterrar.

Hasta que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora