XII. Última oportunidad

103 2 0
                                    

No podía creer lo que acababa de escuchar, toda la verdad por parte de Erick, claro está que yo no vi nada de lo que pasó desde el principio y por lo tanto me era difícil creerle, ¿cómo lo hacía si aún recordaba perfectamente lo que ví? Él encima de ella y solo cubría su entrepierna y ella disfrutando de sus besos y sus caricias. Todo lo que no había hecho conmigo, me imagine todo este año,  con ella si y me retorcía de la rabia y la impotencia, también está el hecho que nunca quise entregarme a él o tal vez si, solo que no estaba preparada para dar ese paso. Tanta confianza, sólos muchas veces en nuestras casas y hasta dormimos juntos una vez pero jamás pasó nada.

No sé qué es peor, si lo zorra que fue Rousse al meterse en la cama de mi novio o Erick que no se despertó para detenerla. ¿Cómo pudo pensar que era yo? Digo, no es que besemos igual y nuestro cuerpo no se parece en nada, ella está totalmente tonificada gracias al gym. Por otro lado, yo mas que nadie sé como es Erick al levantarse, tarda unos 20 minutos para despertarse completamente y de vez en cuando tropieza con una que otra cosa que -según él- se interpone en su camino.

Por último, estoy muy confundida, ¿A quién debo creerle? ¿ A Erick o a lo que ví? La verdad, no lo sé pero, probablemente, si busco a Rousse y le exijo que me diga lo que realmente pasó aquel día lo haga o me mienta en caso de ser cierta la versión del hombre que aún tenía justo en frente de mí y tampoco sabía si era buena idea hacerlo ¿y si él estaba diciéndome la verdad y al buscarla a ella me mentía o si todo lo que acababa de decirme era falso, caía y volvía a sufrir? Pero ¿y si al buscarla me decía que era cierto lo que Erick me dijo y fue ella la culpable de todo?
Una lágrima se me escapó de solo pensar que cualquiera de las opciones podía ser cierta.

-¿Por qué lloras? No lo hagas pequeña. -dijo él, mirándome con una profunda tristeza.

-No sé que pensar, debo hablar con Rousse para que ella me diga qué fue lo que pasó.

-No creo que sea conveniente, ella sólo te dira lo que le favorezca. No le interesa tu felicidad porque nunca fue tu verdadera amiga; mas de una vez me coqueteó e insinuó para que estuviera con ella y mil veces le deje claro que yo estaba contigo "su amiga" y que te amaba, que no quería estar con nadie más pero no te lo dije para no hacerte pasar por ese mal rato. - ¿Qué? Ya Rousse se le había insinuado más de una vez y nunca me lo dijo.

-Debiste decírmelo, ¿por qué te lo callaste? ¡Esto sólo me hace dudar más de ti porque quizás logró seducirte y por eso se metió en tu cama! -Grite alterada y cansada de esta situación que por más de un año me ha atormentado y lo sigue haciendo hasta la fecha.

-Entiendo tus dudas, de verdad lo hago, y aunque no se cómo reacciones con lo que diré, no me metería en la cama con alguien que no seas tú, porque es a ti a quien quiero Sam, a nadie más.

-¿Cómo creerte? yo te vi, estabas muy feliz de tocarla y besarla... no digas que no.

-Porque pensaba que eras tú, de no ser así y saber desde un principio que era ella, no hubiese dado paso a ese beso ni mucho menos la tocaría.

Lágrimas caían llenas de profunda rabia y dolor, la traición iba reflejada en cada una de ellas y sabía por parte de quien. Debo confesar: más me duele él que ella. Nunca la considere una gran amiga, en el fondo sabia que algo ocultaba y mira que tenía razón; ¿meterse en la cama del novio de tu "amiga"? yo nunca haría eso, tengo valores inculcados gracias a mi padre y quien me conoce sabe que no apuñalaría por la espalda a nadie. Lo único que considero que se paga con la misma moneda es el amor: Amor se paga con amor; pero la rabia, el odio, la envidia, son sentimientos que no deben ser devueltos.

Él, me abrazaba mientras yo soltaba todo lo que traía conmigo, en ese preciso momento estaba siendo liberada de todo aquello que no había podido sacar, que se encontraba atascado muy dentro de mi y lo cual no me ha dejado seguir adelante como debo. Estaba segura, en sus brazos, que aún lo seguía queriendo como hace un año atrás, como si el tiempo se hubiese detenido todo este año y al volver comenzara de nuevo. No sé si lo que iba a hacer era lo correcto pero si era lo que dictaba mi corazón.

-Una última oportunidad Erick - dije mirándolo a los ojos y secando mis lágrimas- dejaré que demuestres que lo que me has dicho es cierto, quiero que juntos vayamos a ver a Rousse y ella misma lo asegure. Esto no quiere decir que volvimos, necesito tiempo, primero escucharla a ella y luego hagas que confié de nuevo en ti. Debes ganarme nuevamente, porque todo este año lo único que has hecho es hacerme llorar con tu sólo recuerdo.

-Te voy a conquistar todos los días, me ganare de nuevo tu confianza y verás que en poco tiempo seremos de nuevo tu y yo.

-Por los momentos sólo somos amigos y no te aseguro que podamos llegar a más que eso.

-Todo comienza con una bonita amistad, preciosa.

-Veremos.

...

Pasamos horas hablando sobre todo lo que hemos hecho este año, claro que yo no tenía mucho que contar. Salió en su auto a comprar unas cosas para "pasar el rato" y cuando volvió trajo consigo películas y helado; mucho helado.

-Triple chocolate, tu favorito -dijo extendiéndome una bolsa con el mejor helado del mundo.

-Gracias Erick.

-No hay de que preciosa, también traje películas de esas que hacen llorar como te gustan y otras de terror, mis favoritas.

-Sabes que me dan mucho miedo, no puedo verlas estando en una cabaña y quedándome sola. No podré dormir sintiendo que estaré protagonizando "La cabaña del terror". -Una carcajada salio de sus labios y yo solo sonreí.

-Así lograre que me abraces en toda la película.

-Bobo.

-Boba.

Colocamos una película llamada: "La cabaña" y comimos helado, él de chicle y yo de chocolate. Así pasaron las horas, llegó la noche y en cuanto terminó la película habló.

-Ya debo irme preciosa.

-¿Tan tarde?

-Si, debes dormir. Prometo que mañana volveré y pasaré el día contigo.

-Quédate esta noche, está muy oscuro como para que agarres carretera.

-¿Estas segura? Sam, yo voy con cui...

-Segura, quédate.

-Esta bien, dormiré en el sofá.

-De acuerdo.

Colocamos varias películas mas, le preste atención a 2: La segunda parte de Anabelle e It: el payaso. Luego de eso, para poder dormir, vimos una romántica y no recuerdo en que momento me quedé dormida...

Hasta que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora