VIII. Deja de buscarme

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-Ahorita no es un buen momento Ben, yo...

-¿Por qué? - me detuvo- ¿por la misma razón por la que has estado llorando?- mire al bartender y le pedí un trago de lo mejor que tuviera- ¿por qué me ignoras Sam?

-Porque no es tu problema lo que me esté pasando - de nuevo las lagrimas amenazaban con salir.

- ¿y por qué no? ¿te da miedo conocer a alguien nuevo? -¡si, claro que si! gritó mi corazón.

-Sólo no quiero mas falsas ilusiones y promesas incumplidas, en conclusión, no quiero que vuelvan a romperme el corazón - me iba a girar para limpiar una lágrima que cayó pero Ben me tomó el rostro y delicadamente con su dedo pulgar la limpió.

-Es eso, ¿un chico no? Te hicieron daño y ahora no confías en nadie, no quieres tener una relación. Yo solo deseo conocerte, llegar al fondo de tu tristeza y sacarte de ahí. No busco mas que eso.

-Que inteligente y no hace falta, algún día podré sacarme yo misma. -¿por qué tenía que ser así? El solo quiere que nos conozcamos, no me esta diciendo que quiere que seamos novios ni nada de eso.

-Entiendo. Bueno, si no quieres olvídalo, nada es obligado en esta vida pero yo sé que detrás de esa chica fría y sarcástica, hay una persona maravillosa que procura salir como el día en que nos conocimos.- Se levantó y cuando iba a marcharse para estar con sus amigos me miró nuevamente- solo piénsalo ¿si? Y no te aferres, suéltate. -¿soltarme?

-Ben, espera -le dije- ¿por qué me dices todo esto?

-Porque sé que no estás bien y quiero ayudarte. Además... me gustas - Y se fue. ¿Le gusto?, Ben acaba de decirme que le gusto y como ya dijo, ni siquiera me conoce, esto debe ser una broma.

Por otra parte, él tiene razón, no puedo quedarme estancada en mi dolor, debo olvidar y dejar de querer a Erick pero ¿cómo?, dijo que volvería a buscarme y solo espero que no lo haga porque ya no quiero verlo -¿estás segura de eso Sam? porque eso no fue lo que sentiste cuando lo viste de nuevo- Cierto, eso no fue lo que sentí, pero debo olvidarlo o seguiré sufriendo y eso es lo que no quiero.

...

Seguía en la barra pidiendo tragos y decidí buscar a Nat, ya quería irme a casa, eran pasadas las 10 y mañana debía ir a la universidad y a trabajar. Tenía que controlarme pues llevaría a mi mejor amiga a su casa e iría a la mía después.

La busque entre la multitud y no la veía por ningún lado, ni a sus amigos y tampoco a Ben, debo confesar que ya me estaba preocupando. Saque mi teléfono y marque su numero... Apagado, seguí buscando y nada, no veía a nadie y estaba muy asustada. ¿Y si les había pasado algo? No, eso no, si hubiesen querido irse me habrían avisado para irme también pero ¿y si se fueron y se olvidaron de mi?, una vez Nat lo hizo y tarde 2 horas buscándola en un lugar y supe que me había dejado sola porque me llamó para preguntarme si ya estaba dormida y juro que casi la mato. No es por hacerle lo mismo pero ya debía irme o mañana no me despertaría así que salí del lugar y me dirigía a mi auto.

-Oye hermosa- No puede ser.

-Otra vez tú, ¿que quieres? - le dije con una cara de odio cuando en realidad me estaba muriendo por dentro.

-A ti- dijo Erick.

-Ja ja ja- reí sarcásticamente- no me hagas reír. ¿No tienes otra cosa que hacer que no sea acosarme? Buscar a tu novia, por ejemplo- ¿por qué dije eso? pensará que me interesa saber si tiene novia o no.

-No tengo novia desde que no eres tú y no tengo cosa más importante que hacer que no sea verte Sammie.

-Por favor, te lo pido por el amor que según tú una vez me tuviste, ¡Deja de buscarme! ¿No entiendes que solo me haces mas daño así? o es eso lo que quieres ¿Hacerme mas daño?

-Yo nunca quise hacerte daño Sam y no es "el amor que una vez te tuve" , es el amor que siento por ti. ¿No entiendes que no te dejaré ir tan fácilmente?

-¡Me canse! me dejaste ir fácilmente desde el momento que salí por esa puerta y nunca volví a verte, jamás me buscaste ni siquiera para hablar; Nada. Ahora no vengas con que no me dejarás ir cuando no fui yo la que decidió irse, sino tú quien hizo que me fuera - ¿por qué soy tan débil? cada palabra que salía de mi, estaba quebrada; mi voz temblaba.

-Sam por favor, no me hagas esto.

-No me hagas esto tú, déjame ser feliz porque con tu presencia no puedo serlo.

-Déjame a mi hacerte feliz, yo te amo.

-¡Basta! -dije entre lágrimas- no me busques más, no quiero verte. ¡Vete! - me gire para volver adentro y fue cuando vi a Nat y los chicos acercarse.

- ¿Qué no escuchaste? Quiere que te vayas -le dijo Ben, pude ver el enfado salir hasta por sus poros aun cuando lágrimas cubrían mis ojos y los brazos de Nat me envolvían.

- ¡Vete Erick!- gritó Nat esta vez y la abrace con mas fuerza para no poder verlo.

-Esta bien, me iré pero no dejaré de esperar hasta que estés tranquila y dispuesta para hablar Sam. Hasta luego - pasó a un lado de nosotras y pude escuchar que en un susurro me dijo: Te amo- lo ignore, quería hacer de cuenta que no había escuchado nada y que las palabras se las llevara el viento.

-¿Estas bien?- me preguntó Ben.

-No, quiero irme a casa.

-Yo las llevo a sus casas. Chicos pueden irse, yo dejaré a Natasha y luego a Sam, ella no está en condiciones de manejar.

Todos asintieron y yo solo me deshice del abrazo de mi mejor amiga para dirigirme a mi coche y sentarme en el asiento del copiloto.

...

10 minutos después ya estábamos dejando a Nat.

-Llámame en cuanto estés en tu casa, ¿si? que no se te olvide -dijo ella.

-Lo haré, adiós.

-Te amo perra.

-Te amo perra- dije y al verla entrar y dejarla sana y salva en su casa, Ben arrancó.

- Gracias, no tenías por qué hacer esto, yo podía venirme sola.

-No es nada, no puedo dejar que manejes así.

Le dedique una sonrisa y no dije nada mas, me concentré en mis pensamientos y en ver las casas pasar hasta por fin llegar a la mía.

-Llegamos- dijo Ben.

-¿Cómo sabes dónde vivo?- estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me percate que Ben nunca ha venido a mi casa y aun así llegamos a ella y sin preguntarme dónde quedaba.

-Natasha me dió la dirección, espero no te moleste.

Me baje del auto y el hizo lo mismo, nos miramos por unos instantes y cuando comencé a sentir la incomodidad, hable:

-Gracias de nuevo Ben.

-Ya te dije que no es nada Sam.

-¿Cómo te irás?

-Llame un taxi, no te preocupes.

-Puedes esperar en mi casa mientras llega, si quieres.

-No te preocupes bella,ya el taxi está llegando pero gracias. Le escribí un mensaje cuando veníamos en camino.

-Esta bien, que descanses.

-Igual tú, duerme bien. Nos vemos mañana- asentí, me dirigí a la puerta de mi casa y cuando iba a entrar lo mire de nuevo, me sonrió y se montó en el auto.

Al entrar en mi habitación solté el bolso y me fuí directamente al baño, me di una ducha caliente y me coloque una pijama, me tire en mi cama, abrace mi almohada y no se en que momento, después de tanto pensar, me quede dormida...

Hasta que...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora