¿Por qué no puedo dejarte ir? MLB 2° temporada COMPLETA

Capítulo 25

El instituto fotográfico Spéos en Paris parecía ser finalmente la opción elegida por Adrien luego de que amablemente la recepcionista le mostrara todo el lugar junto con un programa completo de los cursos que tenía a su disposición.

Habían pasado toda la mañana recorriendo las escuelas de fotografía que estaban apuntadas en la lista que le dio su madre pero no termino de convencerse hasta que llego ahí, pues todo el lugar parecía rebosar de un encanto único y un enfoque creativo que lo hacia sentir como un niño en Disneylandia. Claro que a Félix no le pareció igual de interesante ya que después del tercer lugar que visitaron no encontraba la hora en que Adrien se decidiera de una vez, por lo que al ver su entusiasmo por aquel sitio se vio en la responsabilidad de alentarlo lo mejor posible.

- Es hermoso... me encantan las... formas –decía observando una de las tantas fotografías en tamaño grande que decoraban las paredes mientras la secretaria iba a la oficina por algunos folletos— tiene tanto... significado

- No entiendes nada, verdad

- No. Absolutamente nada –confeso sin quitar su cara de ente pensante

- No tienes que ir al detalle –dijo Adrien tomándolo por los hombros e instándole a que diera un par de pasos hacia atrás— velo desde lejos, como un todo. ¿No notas el resplandor que lo cubre? Como si buscara que todas las cosas separadas se vieran juntas, aunque de hecho no lo están.

- Uhh... pero claro –Félix solo podía pensar que su hermanito menor estaba bajo los efectos de alguna droga porque se veía de todo menos un resplandor

- No es cierto –rio el rubio de ojos verdes— no ves nada. Porque no quieres ver. Confórmate con saber que es hermoso

- Tienes razón enano –finalizo saliendo ya de su fingida pose de conocedor para pasar el brazo sobre sus hombros— ¿Qué opinas de este lugar? Si no te gusta podemos seguir recorriendo. Aunque no me importaría ir por unas hamburguesas primero.

- No –afirmo emocionado— este es. Me agrada más que Lumiere.

- ¡No se diga más!

La secretaria, una mujer de unos cuarenta y tantos de complexión gruesa y sonrisa amable, volvió con varias revistas en donde tenían un compilado de los trabajos más destacados de sus estudiantes. Podían verse ganando concursos, tomando fotografías o teniendo sus propias exposiciones alrededor del mundo, llevando su arte a todos lados. Justo como alguna vez imagino que sería su vida.

- El instituto cuenta con las colaboraciones de los más destacados fotógrafos contemporáneos, con clases presenciales y plataformas en línea que ayudan muchísimo en su sistema de aprendizaje señor Agreste –decía la señora como queriendo venderle algo que ya estaba destinado a ser comprado

- Por favor señorita... Dumont –hablo leyendo el gafete que tenía colgado en la solapa— me vera aquí durante los próximos dos años cuando menos, sería bueno que empezara a decirme simplemente Adrien.

- ¿Eso quiere decir que se matriculara en el instituto? –pregunto emocionada pasando la vista de Adrien a Félix y de Félix a Adrien.

- Por supuesto que sí, estoy emocionado por iniciar ya mismo

- ¡Excelente! –exclamo la funcionaria dándole la mano como sellando el trato— lo felicito, es una gran decisión la que está tomando. Y muy valiente por cierto –agrego con cierta cautela— no ha de ser sencillo abandonar una carrera de modelo para buscar pararse tras los reflectores