¿Por qué no puedo dejarte ir? MLB 2° temporada COMPLETA

Capítulo 19

- ... Dos, tres, cuatro y vuelven a uno –ordenaba Philippe marcando el ritmo con las palmas— a uno Marinette

- ¿Qué? –pregunto ella completamente distraída

- ¡Que vuelves a la posición de inicio! –exclamo Bridgette algo exasperada— ¡¿Pero qué rayos te pasa hoy?!

- Lo lamento, estaba pensando en otra cosa –se disculpó agachando la cabeza y frotándose los ojos enérgicamente con las manos.

La noche de ayer fue un sinfín de vueltas en la cama que no acababa nunca en sueño profundo por lo que su descanso previo al ensayo de baile que tenían montado había sido nulo.

Tikki estuvo desaparecida durante media hora luego de que notara su ausencia y cuando regreso se disculpó diciendo que había estado con Sébastien, y juntos habían bajado a comprar algo de comer a la tienda. Coartada que a la azabache no le hacía ningún sentido pues si algo había de sobra en ese apartamento era comida.

- ¿estás bien? –pregunto el pelirrojo preocupado

- Sí, sí. No es nada. Sigamos.

Tal y como habían planeado dejaron el domingo para ensayar la coreografía que cada grupo debía mostrar en la siguiente clase, por lo que sus amigos se habían presentado a primera hora del día en su puerta, presenciando en primera fila su paupérrimo estado de muerta viviente.

- Desde cero y luego bajan –seguía ordenando Philippe mientras ella, Bridgette y Thomas, la pareja de baile de su amiga, intentaban aprender pasos que no terminaban de convencerlos

- ¿No creen que sería mejor hacer piruetas? –pregunto de repente Thomas parando en seco— Marinette es muy buena en eso

- Si, Pipi podrías hacer ese salto que hiciste el otro día saliendo de la academia –exclamo Bridgette emocionada

- ¡Eso no fue un salto! Tropecé con mi propio bolso –admitió avergonzada

- Andas muy distraída últimamente, y no quiero imaginarme porque –finalizo la azabache número dos, entrecerrando sus ojos en modo sospecha.

Sabía que Marinette andaba de nervios desde que a Adrien se le ocurrió traer su humanidad de vuelta a Paris, cosa que no le agradaba nada porque no era la única que lo había notado, pero como no estaba enterada de los recientes acontecimientos no podía asegurar nada.

- Si quieres podemos descansar un momento –ofreció el pelirrojo mirándola con cautela

Y antes de que ella pudiera responder, unos suaves toques en la puerta la hicieron levantarse del suelo, que era el nivel más alto que podría alcanzar su espíritu aquel día.

- ¡Bonjour ma dame! –Saludo un pie de arándanos que se pegó a sus cara apenas abrió.

- ¿Qué quieres Sébastien?

- ¿Aun estas enfadada conmigo? te hice tu postre favorito para disculparme –admitió estirando nuevamente el pie en su dirección.

- No me compraras con un pie

- ¿y con dos? Tengo uno de naranja enfriándose en la ventana

Rayos... pensó Marinette. Después de llevarse a Tikki anoche habían discutido por casi veinte minutos tratando de que le dijera la verdad sobre donde habían estado, y al no hacerlo hizo oficial su enfado cerca de la una de la madrugada.