Capítulo 12.

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"Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes" -El principito.


-¿Por qué dices eso?.

-Poco después de que fui creado iba a algún lugar a alimentarme de sangre animal, sin embargo en mi tercera cazería me encontré con un humano, una mujer... ella... en ese instante estaba demasiado descontrolado y sediento... yo... nunca quisé matarla, los vampiros tenemos instintos que a veces no podemos controlar es propio de nuestra naturaleza y...

-Shht, tranquilo -le susurré, Mark dejó de mirar al vacio y me miró fijamente.

-No me pude resistir, y la asesiné, ella lavaba su ropa en orillas de un río... desde que te ví en biología, Lissa, esa vez que te cortaste accidentalmente... yo, no sé cómo lo logré...

-Creo que estás revolviendo un poco las cosas Mark, sé un poco más específico.

Asintió.

-Esa mujer que asesiné, era igual a ti...

Me paralicé.

-¿Cómo?, no puede ser posible... yo, pues... soy yo, aquí estoy -dije histérica.

-Ella era tu doppelgänger -aclaró Mark.

-¿Qué es un doppelgänger?.

-Es como tu gemelo, se dice que cada 100 años nace alguien idéntico a ti... es como si tu espíritu se volviera a reencarnar para volver a regresar en otro tiempo, por así decirlo.

Todo en mi mente hizo clic.

-Así que por eso te mostrabas tan raro y cauteloso conmigo después de que pasó el incidente en biología...

-Sí, la primera vez que te ví me quede asombrado, luego ocurrió ese desastre con la navaja y... bueno no quería volver a repetir lo mismo que había hecho hace mucho tiempo, después de eso siempre traté de ser precavido contigo, incluso traté de irme de aquí con tal de que tú estuvieras lejos de mí, lejos del peligro -soltó una risa-. Y sin embargo mírame, aquí estás conmigo.

Wow, demasiadas revelaciones.

-Y, ¿por qué te quedaste?, no es que me moleste que estés aquí conmigo -agregué a toda prisa.

-No lo sé, algo hace que todas esas ganas que tenga de alejarme de ti desaparezcan... me es imposible alejarme de ti, el dolor es mucho peor que cuando estás sediento.

-Es curioso, lo mismo me pasa a mí, aclarando por supuesto que no conozco la tormentosa sed de los vampiros -fruncí las cejas-. Creo que ambos estamos locos -dije y solté una risa.

-Totalmente lunáticos -Mark me acompañó con una carcajada.

Miré a mi alrededor, el sol se había metido, prácticamente casi era de noche.

-¡Upps!... creo que se nos pasó la conversación un poco.

-Tienes razón -Mark admiraba nuestro alrededor como si evaluara una obra de arte de Van Gogh, imaginé que para un vampiro era todo un deleite cuando llegaba la noche.

-Te llevaré a tu casa.

-Por supuesto, ¿o pensaste por un segundo dejarme aquí? -bromeé.

-Claro que no.

Me levanté de mi lugar demasiado deprisa, no me dí cuenta que se me habían entumecido los pies de estar tanto tiempo sentada, hasta que perdí el equilibrio y me caí, traté de sostenerme del brazo de Mark, pero me lo llevé de pasada. Cayó encima de mí pero reaccionó rápido y puso las manos en el suelo para no aplastarme... su cara estaba tan cerca de la mía que podía sentir su aliento frío.

Atada a tu almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora