Epílogo.

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Narra Diana.

Me siento feliz por mi hermana, quien iba a decir que terminaríamos así. La veo bailando el vals con su ahora esposo Mark, se vé radiante con su largo y ligero vestido blanco, parece un ángel.

Vaya ironía.

Pienso con diversión.

Se ha organizado una gran fiesta, todo está arreglado elegantemente, Alice se ha volado con la decoración, también hay un montón de invitados, todos vampiros que se alimentan de sangre animal, por supuesto.

Sigo mirando la escena con aire soñador, cuando de repente escucho que alguien carraspea a mi lado. Levanto la mirada velozmente y me encuentro con un chico alto y delgado, de desgreñado cabello castaño claro y ojos de un verde tan oscuro que podrían pasar como si fuesen de color negro.

-Hum, hola -saludo nerviosamente.

El chico vampiro guapo esboza una sonrisa, ¡y guau!, pero que hermosos hoyuelos. Sonrio ampliamente sin siquiera pensarlo.

-Hola, me llamo Tristán, y eh, mmm -se pone nervioso de un momento a otro- ¿quieres bailar conmigo?.

-Claro... por cierto, me llamo Diana- río suavemente y tomo su mano para comenzar a bailar una lenta canción.

No sé que tiene este chico, pero me está gustando.

-Sabes -empieza a decir suavemente-. Te quería sacar a bailar desde que te ví como dama de honor... pero tenía miedo de que me rechazaras...

Frunzo el ceño.

-¿Y por qué pensaste eso?.

-No sé, quizás es solo que eres muy hermosa para mí... -al decir esto se interrumpe y esconde un poco su rostro. ¡Es tan tímido!.

-¿Eres así de tímido siempre? -suelto con una sonrisa.

-Normalmente no, no sé que me pasa -comienza a reír nerviosamente-... lo siento es solo...

Le tranquilizo.

-No pasa nada, no pasa nada.

Tan pronto como empieza la canción, termina, pero solo para comenzar una mucho más movida... es momento de sacar mis dotes en el baile.

Comienzo a mover mi cuerpo a un ritmo mucho mas movido del que bailábamos anteriormente, Tristán abre los ojos bastante sorprendido.

-¡Wow, en serio que sabes bailar salsa!.

Le guiño un ojo en respuesta. No tarda en seguirme el juego. Damos todo en la pista de baile... espero no opacar a la novia. Tristán también es un gran bailarín, debo decir que es el bailarín perfecto, sus movimientos están perfectamente sincronizados con los míos.

Cuando termina la canción Tristán toma mi cintura y me acerca a él, pongo mis manos en su nuca y sin pedir permiso nos besamos. Sus labios se sienten tan suaves contra los míos, los movimientos pasan a ser más demandantes... y de pronto ambos reparamos en algo... hemos llamado toda la atención del público.

Escondo mi cara en su pecho.

-Lo siento, ¡pero ella es genial! - Tristán grita al público.

Y la reacción es sorprendente, miles de aplausos estallan, quizás felicitándonos por nuestro gran baile, o quizás felicitándonos por nuestra repentina muestra de amor.

-Ya sabemos quien será la siguiente en casarse -dice Alice con una sonrisa apenas pasa por mi lado.

La miro confusa.

Y luego recuerdo vivídamente que yo fui la afortunada en atrapar el ramo de la novia.

Adiós soltería.

Atada a tu almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora