Capítulo 11.

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"Los monstruos son reales, los fantasmas son reales también, viven dentro de nosotros y a veces, ellos ganan" -Stephen King.

Nota: La letra inclinada es la narración de Mark sobre su historia.

-Bien, empezaré por el principio, nací en 1896 el 10 de Septiembre, en Londres, vivíamos con mi padre William y mi madre Lilly, y por supuesto mi hermana Alice...

-¡Espera!, ¿tus padres con los que vives ahora son vampiros?, quiero decir ¿son tus padres verdaderos?.

-No, con los que vivímos ahora son nuestros padres adoptivos pero ellos son vampiros, ellos nos cambiarón, pero deja te cuento ¿bien?.

-Ok -dibujé un cierre invisible en mi boca, Mark sonrió.

-Te decía... Vivíamos en Londres, en una casa de dos pisos, muy elegante, éramos de la clase alta, por lo que teníamos todo lujo, mi padre tenía un negocio de autos clásicos, le iba muy bien, y mi madre se quedaba en casa, siempre fue muy hogareña. En 1898 nació Alice en un 11 de Marzo, todo iba bien hasta que mi padre fue víctima de un ataque de ladrones armados, recibió un disparo letal, robarón el dinero y se dirigierón a nuestro hogar, rompierón las cerraduras y entrarón...

Mark hizo una pausa, quizás recordando todo, después inhalo profundamente y continúo.

-Masacrarón a las criadas, mientras que a mi madre al salir de la cocina para ver que ocurría la alcanzarón varios disparos. Alice y yo estábamos arriba, en la terraza, ambos estábamos peleados no recuerdo por que, lo más gracioso es que ante toda circunstancia siempre nos manteníamos unidos... y bien... escuchamos los disparos y por una avertura de una puerta logramos ver a varios ladrones armados, nuestra madre yacía a un lado muerta, no podíamos hacer nada, solo correr por salvar nuestras vidas. Había una enredadera de flores y hojas hermosas que colgaban hacia abajo, eran muy resistentes, bajamos por la enredadera Alice y yo. La casa donde vivíamos estaba desierta, no había nadie más, solo un bosque infinito y lleno de maleza.(arbustos, enredaderas etc.) Nos escondimos entre algunos arbustos, en cuestión de minutos nuestra casa ardía en llamas, los ladrones se habían dado cuenta de que habíamos escapado y nos seguían el rastro, logré conocer a uno, era amigo de mi padre, se llamaba Aarón, él sabía todo de mi padre, eran como hermanos hasta que la avaricia al dinero lo venció y decidió matar a su propio mejor amigo solo por un poco de dinero...
Retomando todo, nosotros corríamos cada vez más y más profundo hacia el bosque, después de un rato ya no escuchamos que nos persiguieran, sin embargo nos habíamos adentrado más allá y habíamos perdido el camino. Seguimos caminando sin rumbo, estábamos agotados y era de noche, decídimos descansar entre la maleza, y bueno, una araña muy conocida como la "viuda negra" la más venenosa, me mordió en un brazo, el veneno era tan fuerte que me debilite casí al instante... así que era mi perdición, Alice y yo en medio del bosque, ¿quién podía auxiliarnos?.

-Pero no fue así, ¿o sí? -pregunté sin poderme evitar quedarme callada.

Mark negó y siguió con la historia.

-De pronto escuché pisadas en las hojas caídas, yo creí que eran visiones pues tenía demasiada fiebre, sin embargo resultó ser una pareja: un hombre de apróximadamente 33 años y una mujer, tal vez de 30 años, ambos poseían una piel muy pálida y una delicada belleza, yo en un principio creí que se trataba de ángeles, hasta que escuché a Alice decirles:

-¡Por favor ayúdenme, mi hermano se muere!.

Yo apenas podía respirar, se podía decir que estaba al borde de la muerte, aún así logré escuchar que la mujer le dijo al hombre:

Atada a tu almaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora