Un mes después, en el aeropuerto Internacional JFK.
—Te voy a extrañar, amiga.
—Y yo a ti. Dame un abrazo fuerte que me dure, Mía. Prepárate, porque voy a volverte loca por teléfono.
—Claro, hablaremos; llámame las veces que quieras, sabes que siempre estaré para ti.
—Tan pronto como me indiquen la fecha en la que quieran viajar, les mandaré los pasajes para que vengan a visitarme.
—¿Continúas con esa idea?
—Sólo tienen que combinar las vacaciones —Mía y su esposo se sonrieron, asintiendo— y se viene unos días conmigo a Barcelona. Adiós, Ethan. ¿Me das un beso, precioso mío?
—Hijo, dale un beso a la tía Ana.
El pequeño no sólo la besó, sino que se echó en sus brazos y la abrazó con ímpetu.
—Amo ía.
Lo dijo con una vocecita que daba ganas de morderle los rechonchos mofletes; Ana, sin poder contenerse, lo llenó de besos en el cuellito, mientras él se retorcía por las cosquillas.
—Yo también te amo, mi amor, eres la cosita más dulce del mundo, y te voy a extrañar mucho, mucho, ¿sabes?
Mía lo cogió en brazos nuevamente y luego Ana se despidió de Ethan padre; se abrazaron y le dijo a modo de advertencia:
—Los espero, ¿eh?
—Iremos, te prometo que lo haremos.
Había llegado el turno de su madre.
—Mamá...
—Ven aquí, hija. No llores, todo irá bien; ya verás que te darán una gran acogida en la tierra de tu padre, no te angusties.
—Lo sé, mamá. Sabes que es una decisión muy meditada, sólo que lamento que debamos separarnos otra vez; sin embargo, estoy casi segura de que allí encontraré mi rumbo. —Se separó de Carla, mientras se secaba las lágrimas, y añadió—: Adiós, Carrick, cuida mucho a mamá.
—Adiós, Ana. —Se abrazaron y él la besó en el pelo y le acarició la espalda—. Maisha y Theo te mandan muchos abrazos y te desean un muy buen viaje.
—Gracias, envíales también un abrazo a ambos de mi parte.
Ana volvió a abrazarse a su madre.
—Llámame tan pronto como llegues, cariño.
—Despreocúpate. Te llamaré cuando haga la escala en Londres y luego Jack me estará esperando en El Prat. Te prometo que también te llamaré nada más poner un pie en Barcelona.
—Perfecto. ¿Llevas las llaves de la casa? Mira que, cuando llegues, no habrá nadie para abrirte. Conchi llegará el lunes. ¿Tienes toda tu documentación, el billete?
—Sí, mamá, lo tengo todo; no me pongas nerviosa.
—Recuerda que el lunes al mediodía te espera Jessica en la clínica.
—Anoche hablé con ella; no te preocupes por nada, pues lo hemos concertado todo.
—Te quiero, Ana, cuídate mucho.
De pronto una voz familiar le hizo darse la vuelta.
—Ana, ¿podemos hablar antes de que te vayas?
Clavó sus ojos en Kate y le contestó con seguridad.
—No, no lo deseo; aún no estoy preparada para que lo hagamos.
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Peligroso Amor©
FanfictionLa ordenada vida de la doctora Anastasia Steele de pronto se desmorona y se encuentra con el corazón destrozado por haberse enamorado del hombre que no debía. El reconocido abogado Christian Grey continúa sumando éxitos en su carrera, pero aunque lo...