Mi Héroe Número 1[Bakugo x Oc]

Primer plan

POV.BAKUGO

Los últimos días los había pasado pensando en alguna manera de confesarme que no fuera tan ridícula e hiciera quedarme como un idiota. Sin embargo algo tan simple como decir me gustas era como tirar todo mi orgullo y eso era difícil de hacer.

También tengo que decir que Ai había estado pasando más tiempo junto a mí ya que al parecer se sentía más segura conmigo, después de todo yo la había salvado.

En estos momentos me encontraba en clase, aún era pronto pero prefería llegar antes y no aguantar las tonterías de los demás a altas horas de la mañana.
En ese momento la puerta se abrió dejando ver a una Mina demasiado entusiasmada. Bufé cuando noté que sus ojos se posaron en mí y comenzó a caminar hacia mi posición.

Mina: ¡Bakugo!

Bakugo: ¿Qué coño quieres insecto raro?

Mina: ¿Le darás chocolates a Ai?

Bakugo: ¿Aah, chocolates? No me apetece hacer que engorde, ya es demasiado pesada.

Mina: Tsundere...

Bakugo: ¡¿Qué?!

Mina: Nada, nada. Lo decía porque mañana es San Valentín, ya sabes, parejas, chocolate, declaraciones...

Bakugo: Mm... ¿Y eso que me importa a mí?

Mina: Bueno escuché por ahí que unos cuantos chicos de clase iban a darle chocolate a Ai, quién sabe quizás ella escoja a alguno de ellos.

Bakugo: Esos bastardos...

Mina: Ya sabes piénsatelo.

Bakugo: No me digas que hacer.

Tras aquello ella volvió a su sitio dejándome pensar con tranquilidad, ni de coña iba a darle un chocolate pero tampoco se me ocurría alguna otra cosa.

Tras cinco minutos de tranquilidad el silencio fue interrumpido por la molesta voz de Kirishima el cual entraba junto a Ai. Ella sonreía por lo que inconscientemente yo también lo hice, pero no duró mucho ya que los ojos de Mina sobre mí me transmitían aquella estúpida frase de te lo dije.

Kirishima: ¡Buenos días!

Ai: Buenas.

Mina: Hola parejita -con burla-.

Kirishima: ¿Mm?

La expresión de ese idiota era de eso, de idiota, al parecer no había entendido a lo que se refería aquella chica extraña.

Ai: ¡Mina! Aag deja de inventar cosas.

Ai se acercó a mí colocándose en el asiento frente a mí, sentándose con la silla mirando hacia mi lugar con una gran sonrisa.

Ai: Buenos días Bakugo.

Bakugo: Tssk, hola.

Ella posó sus codos en mi mesa mientras sujetaba sus mejillas con las manos, mirándome fijamente.

Bakugo: ¿Qué se supone que haces?

Ai: Tus ojos...

Bakugo: ¿Qué?

Ai: Son lindos -sonriendo-.

Y ahí estaba otra vez, ese maldito corazón que quería salirse de mi pecho con tan solo ver aquella sonrisa...