Mi Héroe Número 1[Bakugo x Oc]

Profesional

POV.BAKUGO

Abrí los ojos lentamente y una fuerte punzada en mi cabeza me hizo gruñir ligeramente. Froté mi frente y suspiré.

Intenté alzar mi otra mano sin embargo algo estaba sujetándola. Desvíe mi mirada a un lado de la camilla para encontrarme con Ai durmiendo con su cabeza sobre esta mientras entrelazaba nuestras manos.

Recovery Girl: Parece que ya despertaste. ¿Cómo te encuentras?

Bakugo: Eh, bien. Oye ¿Qué hace ella allí?

Recovery Girl: Oh, ella fue la que te encontró y desde entonces no se ha separado de ti. Insistió en quedarse a tu lado hasta que despertaras.

Bakugo: Ya veo.

Volví a mirarla, involuntariamente sonreí y acaricié su cabeza.

Recovery Girl: Es una buena chica.

Bakugo: Lo sé.

¿Podía permitirme el lujo de creerme la persona más feliz del mundo? No lo sé, pero en aquel momento lo estaba, ella había estado a mi lado todo este tiempo y aquello demostraba que le importaba ¿No?

Recovery Girl: Vaya, puedes sonreír chico.

Bakugo: Cállate.

Recovery Girl: Bueno, cuando ella se despierte podéis iros ambos. Tengo algo que atender.

Dicho aquello salió de la enfermería dejándonos solos de nuevo.

Comencé a jugar con el pelo de Ai mientras no dejaba de sonreír como un bobo.

Ai: Mm...chocolate...

Bakugo: ¿Que mierda de sueño es ese? Ni que fueras una niña pequeña.

Decidí soltar su mano y me levanté. Mire todas las heridas en mi cuerpo las cuales habían sido curadas, al parecer el kosei de la vieja funcionaba bien.

Salí de mis pensamientos y caminé hacia ella para posteriormente levantarla de aquella silla y tumbarla sobre la camilla, no quería que siguiera estando incómoda.

Todo estaba demasiado silencioso y no tenía nada que hacer en aquel momento, no quería despertarla así que esta vez fui yo el que se sentó en la silla.

Los minutos pasaron y finalmente ella despertó. Era gracioso verla abrir los ojos y observar su expresión confusa.

Bakugo: Por fin se despertó la fea durmiente.

Esperé un reproche por su parte sin embargo lo que obtuve fue una acción totalmente distinta, sujeto mi rostro con ambas manos mientras me miraba notablemente preocupada.

Ai: ¡Bakugo! ¿Estás bien, te duele algo?

Bakugo: ¿Y a ti qué te pasa? Estoy bien.

Ai: Menos mal, ¿Y tu fiebre bajó?

Bakugo: ¿Aah? Supongo que sí.

En ese momento sus labios se estamparon contra mi frente y tras unos segundos se retiraron de forma lenta.

Ai: Parece que ya no tienes fiebre.

Bakugo: ¡Ya te lo había dicho!

En un parpadeo su expresión se tornó a una totalmente seria.