Capítulo 1

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Logan

Siete y media de la mañana, y como de costumbre el despertador sonó. Me incorporé en la cama de forma ya automática y tras unos segundos me levanté de ella, agarré unos bóxeres y me dirigí al baño propio de la habitación.

Tras una breve ducha, me preparé un café. Era el único momento que disfrutaba del día, el momento del café mañanero. Y aunque era consciente del porque era el mejor momento, mi corazón prefería ser inconsciente de ello. Simplemente porque era mayor el sufrimiento que me traía el recuerdo, a la alegría. Ya todo me era indiferente, tanto, que parecía que seguía vivo y de pie por simple supervivencia. Los días pasaban, uno tras otro, y yo con ellos. Pegué un profundo sorbo al café caliente recién hecho, cuando escuché que se acercaban a mí.

-Buenos días guapo - dijo Nancy.

-Buenos días - respondí al mismo tiempo que noté como me daba un beso en la mejilla.

-Hoy tengo trabajo, pero si quieres luego nos volvemos a ver - pronunció echándose una taza de café.

-Ya veremos - hice una pausa para terminar mi café - Me tengo que ir, cuando termines no te olvides de cerrar la puerta.

Salí de la cocina, cogí mi maletín y me fui del apartamento. No quería permanecer más tiempo allí con ella. Nancy se podría decir que era más que una amiga, aunque nunca quise dar el paso de hacerlo oficial. Quizás por seguir con la ciega esperanza de volver con esa chica de San Francisco, Ely. De la cual, hacía ya casi dos años que no sabía nada, y todo desde aquel maldito día que se me ocurrió quedar con Ann para hablar.

Era algo que no me perdoné, ni me perdonaré. Ese día se me fue mi vida entera. Intenté arreglarlo en más de una ocasión volviendo a San Francisco para hablar con ella, pero su padre se encargó de hacerme saber, que ya no quería saber nada de mí. Ni siquiera pude verla de lejos, ni para quedarme con un último recuerdo de su cara.

-Buen trabajo, descansad - dijo el doctor Thompson, ya que dejo de ser mi profesor al terminar las prácticas y comenzar en el hospital con una plaza de trabajo.

-Si, salió todo bien - sonreí y me quité los guantes. Salí de la sala de cirugía, donde acababa de ayudar a realizar una operación y me fui directo a la sala de descanso. Me apetecía tomarme algo de almuerzo mientras leía los apuntes de intervenciones quirúrgicas.

Al terminar las prácticas y obtener una plaza de trabajo en el hospital, decidí especializarme en cirugía, ya que no tenía nada que me retuviera en San Francisco. Al menos podría ascender en mi carrera, tener algo que me distrajese.

Comencé a tomar una ensalada mixta con los apuntes a un lado, cuando Liam, ahora mi compañero de trabajo, entro a la sala resoplando.

- ¿Todo bien? - pregunté mientras continuaba comiendo.

-Si, aunque algo nervioso- respondió sirviéndose también un poco de ensalada.

-Puedes hablarlo conmigo si quieres. Somos más que compañeros de trabajo- dije mirándole. Y era cierto. Liam fue desde el principio mi compañero de prácticas, el mejor amigo que pude encontrar en Seattle. Y ahora, como compañeros de trabajo habíamos pasado bastantes horas de guardia en el hospital y bastantes malos momentos. Nunca olvidaré como me apoyó cuando el mundo se me venía encima por la ruptura con Ely.

-Lo sé - sonrió - No es nada grave, simplemente que quizás Bea esté embarazada.

-Eso es una muy buena noticia - me levanté a abrazar a mi amigo - Si lo está, serás un buen padre.

-Gracias Logan, o mejor dicho posible tito Logan - dijo y ambos reímos - Bueno dime, ¿Has avanzado con Nancy?

-No - me volví a sentar - Sabes que no seré capaz de ir más allá de esta relación de amigos con derecho.

-Logan, lleváis así varios meses. Entiendo que no termines por olvidar a Ely, pero necesitas pasar página - hizo una pausa - Mira, estuviste un año de viajes a San Francisco buscando a Ely e intentando arreglarlo, y ella ni te recibió. Y tampoco te ha buscado en este tiempo, piénsalo. Quizás ella ya te haya olvidado por completo.


Ely

-Papá, esta todo ya preparado- dije saliendo de la cocina - Me tengo que ir a la universidad ya.

-De acuerdo, no te preocupes todo irá bien- respondió saliendo del salón.

-Recuerda que Abby tiene que comer a media mañana- dije en un tono alto saliendo ya de la casa.

Eran las últimas semanas de clase antes de que llegasen las vacaciones de verano, y eso significaba que estaba llena de trabajos y exámenes finales. Aunque era mi penúltimo año de Universidad, había sido el más complicado y difícil, y todo debido al cambio brusco en mi vida al tener a mi pequeña. Aunque no lo cambiaría por nada del mundo, ya que cada pequeña sonrisa que me daba con sus mofletes rosados y sus ya visibles dientes me volvían loca.

Ya en la universidad, entre inmediatamente al pasillo donde se encontraban los tablones de información. Hoy saldría mi nota final de este curso en Economía de la empresa y estaba ansiosa por saber cuál me pusieron. Andando por el pasillo, el cual estaba lleno de gente mirando sus listas gritando de euforia y con algún que otro llanto por un suspenso, pude ver una vez más aquella estantería del departamento del periódico. Y como siempre que veía aquella foto, sentimientos contradictorios me inundaban el cuerpo.

Allí permanecía perfectamente conservada y enmarcada aquella primera foto que Logan y yo tuvimos. Aquella foto que nos hicieron en la fiesta de la playa para el periódico. Me era inevitable sentir pena y furia al ver como en esa imagen me miraba Logan mientras sonreía, y como había podido ser capaz de engañarme con Ann.

A los pocos segundos sacudí mi cabeza y terminé de llegar a mi tablón. Debía centrarme en lo importante. Busqué mi apellido y mi nombre entre quien sabe si eran cien alumnos de esa asignatura, y tras guiarme con el dedo por el cristal del tablón, visualicé mi más que evidente Sobresaliente. Al instante una sonrisa marco mi cara y entre pequeños saltitos de alegría una mano toco mi hombro.

-Natalie! - exclame contenta- Me puso el sobresaliente.

-Sabía que lo conseguirías - me abrazo sonriendo - Ahora cruza los dedos para que haya sacado lo mismo - río. Mientras Natalie miraba su nota, saqué mi móvil y le escribí un mensaje a Roger. Quien se podría decir que era mi pareja desde hace no más de tres meses.

"SOBRESALIENTE!! ¿Nos vemos luego para cenar y celebrarlo?"

Salí de la ducha, y tras ponerme un pantalón corto de chándal y una camiseta, cogí en brazos a Abby y bajé al salón. Aún no había cumplido un año por lo que no terminaba de aprender a caminar por ella misma.

-Pero mira quien está aquí - dijo Roger mirando a Abby y cogiéndola en brazos. Ambos se llevaban bien, aunque había momentos en los que la pequeña parecía repelerlo tanto, que era inconsolable su llanto. Aun así, sería lo más cerca de un padre que tendría.

-Voy a traer la cena - dije dejando a Roger con la bebé y dirigiéndome a la cocina. A los pocos segundos, pude ver a Carl preparándose un sándwich.

-Eh, ¿Por qué no cenas con nosotros? - pregunté con una cara de enfado fingido.

-Papá salió a cenar con sus amigos del Buffet, y tú cenaras con tu noviecito Roger. Y sabes que no me agrada - respondió terminando de hacerse el sándwich. Aún no podía creerme lo mayor que se había hecho mi hermano. Con todo lo que me ocurrió, ni me di cuenta de su gran salto de madurez, y aunque ya no pasaba tanto tiempo con él, ambos teníamos aún esa conexión de siempre.

-Sé que no te cae bien - dije cogiendo de la nevera el agua fría - Pero por cenar con nosotros no te va a comer - reí.

-Me da igual - negó con la cabeza - Todo sería diferente si....

-Carl - le interrumpí - Ya es suficiente - Cogió su plato y se fue a su cuarto a cenar.

Me sacaba de quicio sus continuos intentos de sacarme el tema de Logan. Desde que lo dejamos, y desde que comenzó a presentarse por mi casa para intentar hablar conmigo, mi hermano no paraba de insistir en que todo sería ahora distinto si Logan y yo aún estuviésemos juntos. Y era un tema que me esforzaba por tener zanjado. Ahora tenía una relación con Roger, una pequeña princesa, y Logan estaba muy al margen de todo. Aunque era evidente que, en lo más profundo, sabía que todo sería diferente con él. 

Ely Williams [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora