Ely
Llevaba como diez minutos junto a las escaleras mecánicas del centro comercial esperando a Natalie. Mi entrevista de trabajo en la pequeña tienda de ropa para niños había terminado, y bastante bien. Tras preguntarme cosas sobre mí, y explicarme en que trataba el puesto de trabajo e informarme de la pequeña empresa que formaban, me ofrecieron el puesto de trabajo. Serian jornadas adaptadas a mis clases en la facultad, apenas cuatro días por semana, y el sueldo no era en si gran cosa, pero de no tener nada de ingresos propios, a tener ahora algo, se notaría. Por lo que, sin dudarlo, leí el contrato que me ofrecían, y firme con una sonrisa radiante.
Comenzaría la semana próxima, justo después de la boda de Holly y Adam, por lo que estos días que me quedaban de libertad pensaba aprovecharlos al máximo. Después todo seria trabajo y clases.
- Ely – escuché como Nat me llamaba.
- ¿Qué tal te fue? – pregunté en cuanto llego a mí.
- Genial – dijo riendo y nerviosa aun – Firmé el contrato en cuanto me lo ofrecieron. ¿Y a ti?, dime que vamos a trabajar las dos.
- Si – le afirme riendo al igual que ella – También firme un contrato.
- Esto se merece una pequeña celebración – dijo Nat mirando por el centro comercial – Mira ya abrió la heladería – dijo señalando hacia el escaparate de esta - Vamos a comprar tarrinas de helados para llevarnos luego a casa de Holly.
Le afirme con la cabeza y fuimos a la heladería. Era cerca de media mañana, y no íbamos a casa de Holly hasta después del almuerzo, por lo que volveríamos a casa. Yo ya estaba deseosa de volver y contarle a Logan que tenia el puesto de trabajo. A los pocos minutos la chica de la heladería nos estaba llenando nada más y nada menos que tres tarrinas de helados para llevar. Nat se encargó de elegir los sabores, y para probar de todo, las pidió de Vainilla con galletas, Chocolate con trocitos de Brownie, y de Fresas con trocitos de esa misma fruta.
-No me puedo creer que vayamos a comenzar juntas a trabajar – dijo Nat mientras salía con el coche del aparcamiento. Lo que me recordó a que debía de ir a casa de mi padre a por mi propio coche en breve, ya que pronto empezaría el trabajo y después las clases, y no iba a poder depender siempre de Nat, y mucho menos de Logan que tenia el suyo para su trabajo.
- ¿Te adaptaran los turnos con las clases? – pregunté mientras encendía la radio.
- Si, es lo mejor la verdad. A ti también supongo, ¿No? – pregunto mirándome brevemente.
- Si. No nos podría haber salido mejor – pronuncié entre risas que se compaginaron con las suyas.
Media hora después estábamos entrando por la entrada de casa. En ese instante el padre de Logan subía las escaleras de casa hablando por teléfono, seguramente algo relacionado con su trabajo por el tono que estaba utilizando para dirigirse a quien fuera que estaba al otro lado. Al echar un vistazo al salón y no ver ni a Logan ni a Abby, fui a la cocina.
En ella Susan estaba cocinando una deliciosa carne al horno por como olía toda la habitación. Con una sonrisa radiante me saludo al verme, entendía que fuera como una segunda madre para Logan y Nat, en este tiempo también lo fue para mí.
-Susan, ¿Sabes dónde está Logan? – pregunté devolviéndole la sonrisa.
- Está en el jardín con la pequeña Abby – respondió señalando la puerta trasera al jardín, la cual daba para la cocina.
- Gracias.
Al salir por la puerta hacia el jardín, vi a Logan tumbado en una hamaca, en bañador, con gafas de sol, el pelo revuelto y mojado por la piscina y tomando el sol. En ese instante juro que me derretí por dentro, era jodidamente irresistible. Junto a su hamaca estaba Abby jugando con Lala sobre el césped del jardín.

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Ely Williams [P.2]
Teen FictionSegunda entrega de Logan Clifford. Tras una bonita relación pese a los problemas y los kilómetros que los separaban, Logan y Ely llegaron a su fin. Y todo por la inesperada aparición de Ann. ¿Cómo superaran la ruptura con el amor de su vida?. Logan...