Ely Williams [P.2]

Capítulo 49

Ely

Después de quien sabe si doscientas fotos junto a Holly, la boda daba comienzo. Por lo que hablamos las chicas con la novia, estaba nerviosa, pero tranquila al saber que lo que estaba haciendo era lo que sentía, lo que su corazón quería hacer. Todos los invitados estaban ya sentados, y desde el interior del edificio, desde donde se veía toda la azotea, pudimos ver como Adam hacia su entrada triunfal, junto a su madre que iba estupenda. Todos los presentes se mantenían en silencio, escuchando la suave melodía que desprendía unos altavoces, haciendo que surgieran alguna que otra lágrima visible desde nuestra posición. Acto seguido, salió nuestra pequeña, Abby iba con un cesto de pétalos blancos agarrada de la mano de Carl, que estaba ayudándola a echar dichos pétalos por la gran alfombra azul que conducía al arco.

-Nuestra pequeña creación levanta pasiones entre los invitados – me susurró Logan que permanecía al lado mía, esperando a que nos tocara salir. Y era cierto, algunos sonreían al verla tan pequeña y tan adorable, y es que cualquiera se enamoraría de ella nada más verla.

-Chicos os toca – dijo una de las coordinadoras del evento, dirigiéndose a nosotros, las madrinas y los padrinos.

Tras darnos el visto bueno comenzamos a salir. En primera posición iba Carol, agarrada del brazo de Erik, el hermano de Adam. Ambos entraron al unisonó, así es como debíamos entrar todos en escena. A los pocos segundos, nos tocaba a nosotros, a Logan y a mí, agarré su brazo y me dieron uno de los ramos de flores blancas que llevábamos las madrinas. Todo el mundo nos miraba entrar, impacientes por ver a la novia, sobre todo Adam, que permanecía de pie junto al arco, nervioso, con los ojos húmedos por el momento que estaba viviendo. Por último, salieron Max y Nat, y tras llegar las tres parejas al arco y dividirnos, los padrinos junto a Adam y las madrinas en el lado donde se colocaría Holly, la canción nupcial comenzó a sonar y todos los invitados se pusieron de pie. Ahora le tocaba a Holly.

Iba del brazo de su padre, y que decir de Holly, iba preciosa. Su vestido era ajustado por la parte superior, de palabra de honor, sin tirantes. Y por la parte de la falda era como de princesa, con una tela muy fina y delicada, y cierto encaje de manera sutil. Llevaba un recogido como peinado, con una gran flor blanca en un lateral, y como no un bonito ramo de flores de rosas blancas y azules que caían en cascada. No pude evitar soltar una sonrisa de oreja a oreja al verla tan feliz, emocionada, caminando hacia el altar.

El señor que oficiaba la boda comenzó a hablar, sobre todo del significado del matrimonio, del amor y de la fidelidad. Hasta que Adam comenzó a leer sus votos, al igual que hizo Holly después. Fue tan bonito escuchar como se declaraban un amor tan bonito, que juro que no había ni un solo invitado con un pañuelo secándose las lágrimas. Al poco tiempo, y tal como le indicaban, se comenzaron a jurar el uno al otro.

- Yo, Adam, te quiero a ti Holly, como esposa, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida – dijo Adam con la voz entrecortada. No se porque, pero en ese momento no pude evitar mirar a Logan, que ya estaba con sus ojos azules posados en mí.

- Yo, Holly, te quiero a ti Adam, como esposo, y me entrego a ti, y prometo serte fiel en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad, y así amarte y respetarte todos los días de mi vida – dijo esta vez mi amiga, igual de emocionada.

- ¿Quieres ser mi esposa? – preguntó Adam en mitad de un silencio acogedor. Mis ojos se desviaron a Logan de nuevo, que parecía querer decirme algo con la mirada, a lo que no pude evitar responder un "Si quiero", gesticulando mis labios mientras lo miraba fijamente.

- Si quiero – respondió Holly. - ¿Quieres ser mi esposo? – preguntó esta vez ella.

- Si quiero – contestó Adam sonriente.