Logan
Conducía nervioso, impaciente. Y por el continuo movimiento de la pierna de Ely, deducía que ella estaba igual que yo. Desde que confirmé la cita con la agencia inmobiliaria, y se lo conté a Ely, no puede despejar de mi mente la idea de tener una casa propia para nosotros, para nuestra pequeña familia. Me imaginaba a Ely por ese pequeño pero espacioso jardín que vi en fotos junto a nuestra pequeña Abby, y quien sabe si algún que otro pequeño o pequeña, jugando con ellos, riendo, siendo simplemente felices. Y a mi se me caía la baba cada vez que lo recordaba, sin más.
La radio estaba puesta, pero en un volumen medio, permitiendo que pudiéramos hablar si queríamos. Sin embargo, ninguno soltaba palabra, inmersos en nuestras propias ideas y nerviosismo. Sali por la salida que correspondía, y comenzamos a entrar por la agradable calle donde se situaba la casa. Era una calle larga, con algunos coches aparcados fuera, y otros en la entrada de los garajes correspondientes. Tenia un espacio de césped con árboles altos y frondosos entre la calle por la que se paseaba y la carretera, y por el silencio que se apreciaba, supe que era una calle tranquila, con vecinos silenciosos.
Recorrí la mitad de la calle, cuando aparqué en un lado de la carretera. Ahí estaba la casa, la número 16. La fachada era de ladrillo en un tono verdoso, al menos le daba un toque alegre, tenia dos plantas, y un garaje cerrado.
- ¿Te gusta? – pregunté aun dentro del coche dirigiéndome a Ely, que miraba la casa de arriba abajo y de un lado a otro.
- Es preciosa Logan – contestó girándose para mirarme a mi por un momento – No me puedo creer que estemos haciendo esto – dijo riendo esta vez.
- Ni yo – reí junto a ella – Vamos, quizás este dentro el agente inmobiliario esperando.
Al bajarnos del coche, no pude evitar ir hacia Ely, cogerla de la mano, e ir juntos caminando hacia la puerta principal. Quizás no fuese nuestra futura casa, quien sabe si nos gustaría tanto por dentro como para comprarla, pero si lo hacíamos, esta seria la primera vez que caminaría por esas baldosas y esos escalones hacia la puerta, y quería hacerlo con ella, de mi mano.
Fui a dar algunos golpes en la puerta principal, la cual era blanca, con unos pequeños cristales en la parte superior, y suaves surcos en la madera, lo que le daba personalidad, pero Ely se adelantó y golpeo ella, con entusiasmo, pero nerviosismo por la sonrisa que me dirigía.
- ¿Logan y Ely? – pregunto un chico con traje al abrir la puerta.
- Efectivamente – conteste ofreciéndole la mano para saludarle.
- Encantado – dijo estrechando mi mano – Yo soy Jimmy – dijo esta vez estrechando la mano de Ely - ¿Qué os parece si entráis? – ofreció sonriente, y como no, ambos hicimos caso y entramos en la casa – Como podéis ver, no tiene apenas muebles.
Y así era, lo primero que vimos fue el salón, que se encontraba a la izquierda, justo encima del garaje. Tenia un pequeño sofá de dos plazas, y muy viejo por el aspecto que tenía, y una mesa auxiliar de madera oscura. De momento me interesaba más la casa en sí, que nos gustase y estuviese en buenas condiciones, los muebles que tuviera o no era lo de menos. Continuamos por la cocina, que estaba comunicada con el salón por unas puertas de cristaleras, en esta habitación si podríamos decir que los muebles eran más modernos, y más nuevos. Había una pequeña isla en medio, con una gran campana extractora encima, ya que los fogones estaban situados ahí, en medio de la isla. La cual además tenia espacio para poder sentarte a comer algo.
Ely se puso a mirar los muebles por dentro, para ver que espaciosos eran, y yo proseguí por el espacio que comunicaba esta vez con la cocina mediante un simple arco, lo que podría ser en un futuro, un agradable y acoger comedor.
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Ely Williams [P.2]
Teen FictionSegunda entrega de Logan Clifford. Tras una bonita relación pese a los problemas y los kilómetros que los separaban, Logan y Ely llegaron a su fin. Y todo por la inesperada aparición de Ann. ¿Cómo superaran la ruptura con el amor de su vida?. Logan...