Capítulo 53

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Logan

-Espera que te ayudo – dije rápidamente pasa soltar una de las cajas en el salón y ayudar a Ely con el resto de cajas aun por bajar del coche.

La planta baja estaba ya lista para los últimos retoques. Tras terminarla de pintar el otro día, y recibir los muebles que Ely compro ayer en el centro comercial, solo faltaba colocarlos a nuestro gusto, darles nuestro toque. Teníamos una caja con cojines de colores para nuestro estrenado sofá, unas mantas a juego, fotos que colocar, algunas velas, y cosas varias de decoración.

Tras terminar de traer las cajas, nos pusimos mano a la obra, mientras que en la planta superior Max y Nat terminaban por pintar los cuartos. Ely tuvo hoy turno de trabajo por la mañana, por lo que me encargue desde bien temprano de dar las primeras capas de pintura a nuestro cuarto y al de Abby con la compañía de mi amigo. Le prometí que a cambio de su ayuda lo invitaría a cenar después, plan al que se apunto Nat, y como no, mi queridísima Ely.

- ¿Te gusta así? – preguntó Ely junto al sofá. Había colocado los cojines a cada extremo del amplio sofá color crema, unos cojines en tonos anaranjados, según ella para darle color y contraste al verde agua de la pared.

- Está estupendo – dije colocando unas fotos nuestras en la pared.

- Planta superior terminada – interrumpió Nat en el salón junto a Max.

- Espero que el suelo de mi casa este más limpio que esa ropa llena de pintura – dije haciendo referencia a sus ropas, todas manchadas de los colores que habíamos elegido para las habitaciones.

- Te aseguro que está limpio – contestó Max – No quería quedarme a limpiarlo, así que me asegure de no manchar el suelo de tu casa – dijo con énfasis en la frase que repitió de mí con una sonrisa.

- Terminamos esto, y nos vamos a cenar, si os parece – pronunció Ely acercándose a la caja de las fotos y dirigiéndose a todos.

- Había pensado ir a cambiarme de ropa – dijo Nat señalándose a sí misma.

- Yo igual – pronunció Max seguidamente.

- Pues id a cambiaros y pasaros a por nosotros después – contesté metiendo las manos en el bolsillo del pantalón para cederles las llaves de mi coche. Habíamos venido todos en él, así que no había manera de que se fueran y volvieran si no era en el coche – Trátalo bien – dije dándole las llaves a Max.

- Que cascarrabias te has vuelto chaval – contestó riendo Max y agarrando las llaves.

A los diez minutos de marcharse ambos a cambiarse de ropa, Ely terminaba por colocar los últimos detalles. Echando una vista al salón, comedor, y cocina terminados y lleno de muebles nuevos y fotos nuestras, he de decir que eso ya era un hogar, mi dulce hogar. No puedo describir las ganas que tenia de terminar con la mudanza y poder pasar aquí mi primera noche, junto a mi familia. De ver a Abby recorrerse todos los rincones con sus pies inquietos y de verla jugar en ese jardín trasero junto a Lala, de escuchar su dulce risa.

- Pero mira qué bonita está quedando nuestra casa – susurré al oído de Ely al mismo tiempo que la abrazaba por detrás.

- Cuando este Abby desordenándolo todo será más bonita – contestó riéndose ante la idea, algo que me hizo reír a mi también.

Fui a contestarle, pero mi móvil comenzó a sonar. Me separé de ella y fui a alcanzar el smartphone, que estaba encima de la encimera de la cocina. Vi en la pantalla iluminada el nombre de Liam, y tras girar la cabeza hacia Ely para hacerle ver que tenía que descolgar, me dirigí al jardín. Estaba anocheciendo, y el hecho de que estuviera acabando el verano hacia que la noche empezara a refrescar, algo que hizo que se me erizara la piel.

Ely Williams [P.2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora