Ely Williams [P.2]

Capítulo 68

1 año y medio después...

Ely

El gran día había llegado. Después de darle muchas vueltas, y de anteponer mi fin de carrera y el nacimiento de Luke, terminamos por decidir por fecha para la boda, el día de hoy. Un nueve de marzo. Aún no podía creerme que estaba en ese momento, ese momento de nervios, pero más feliz que nunca. Desde lo ocurrido con Roger, la vida solo sabía sonreírnos, y a veces a carcajadas, como en el nacimiento de Luke. Jamás se me olvidara la emoción de Logan al verle nacer, o la felicidad de mi pequeña Abby al conocer a su hermanito. Terminé mi carrera junto a Nat y Holly, y tuvimos una increíble celebración junto a nuestros amigos y familiares. Y a Logan le iba de maravilla en el hospital, estaba cerca de ascender a jefe de cirugía, y estaba entusiasmado. Por no hablar de mi reciente puesto en una de las mejores empresas de publicidad de la ciudad. No podía pedir más.

- ¿Lista para el peinado? – preguntó la chica encargada de hacerme un recogido.

- Lista – respondí sonriendo, sentándome en la silla del hotel.

Al planear toda la boda de arriba abajo junto a Logan, decidimos celebrarla en Hawái. Esa isla que fue testigo de nuestro amor en más de una ocasión. Seria una boda en una de sus playas de arena blanca, algo sencilla, pero llena de pequeños detalles como decoración. Los invitados tuvieron que viajar a Hawái, y nos alojábamos todos en el mismo hotel, un hotel a pie de playa y con unas vistas increíbles con cada atardecer.

- ¿Se puede? – preguntó Holly en la puerta de la habitación.

- Claro – dije sonriéndoles. Holly entró con su pequeña barriga de embarazada, apenas estaba de cinco meses, y ya sabia que iba a tener una niña. Según ella, la futura mujer de mi pequeño Luke.

- ¿Estás nerviosa? – preguntó Nat al entrar detrás de Holly. Ambas iban ya vestidas con sus trajes de damas de honor, en un tono crema.

- Si te soy sincera, un poco – contesté riendo.

- Logan esta guapísimo, hemos pasado a verlo – dijo Holly sentándose en una de las sillas.

- Fuimos a ver como estaban Adam y Max, y como no, estaban con Logan. Fui inevitable echarle un ojo – intervino riendo a carcajadas Nat.

- Mientras no le hayáis dicho como era mi vestido, me conformo – dije acompañándolas en la risa.

- ¿Y los niños? – preguntó Nat mirando a su alrededor.

- Se los llevó mi padre para vestirlos junto a Clara – dije mencionando a la pareja de mi padre. Alguien que de alguna forma le devolvió la ilusión en la vida, dándole cariño y la compañía que, desde su separación con mi madre, le faltaba.

- Van a estar para comérselos – pronunció Nat viendo como la peluquera me recogía el cabello.

Por unos minutos nos quedamos en silencio, y no pude evitar pensar en mi madre. Cuando me entere de lo ocurrido con Roger, casi me dio un infarto. Me la imaginaba acogiendo a Roger en su casa, siendo amable con él, y se me caía el alma a los suelos. Sobre todo, después de la buena relación que estábamos comenzando a tener. Tuve una larga charla con ella en el hospital, justo antes de volver a casa, ya que se marchaba de nuevo a Florida con Theresa. Y no pude evitar reprocharle todo nuevamente. Con el paso del tiempo, mantuvimos una relación cordial por teléfono, hasta que decidió mudarse a San Francisco con Theresa y James. Se negaba a perder la relación que comenzó a tener conmigo y Abby, y eso hizo que me ablandara. Para Logan, eran efectos del embarazo de Luke, él seguía un poco receloso con mi madre, y era del todo entendible. Quise invitarla a la boda, pero ella misma se negó. Sabía de la tensión que había en el ambiente cuando ella aparecía, y no quería que eso ocurriese en el día de mi boda. De algún modo se lo agradecía, no quería malas miradas, ni tensión en la celebración, pero por otro lado sentía un poco en falta la presencia de una madre en este día. Al fin y al cabo, no todas las madres son perfectas, y la mía no lo era, debía de aprender a vivir con ello.