Primero empezó a llorar muchisimo, se le notaban los mocos salidos. Sebas la abrazó muy fuerte, se veía lo muchisimo que se extrañaban. La verdad eran unos tortolitos muy enamorados. Los admiraba mucho.
-Hola Yuridia -volteé a verlo.
-¡Erick! -grité de emoción y lo abracé-. Tanto sin verte.
-Lo sé nena -volteé a ver a Angel, sonreía.
-¿Qué has echo? -le pregunté yendo con mi novio.
-Puro trabajo, como vez el depa está un poco desarreglado, no hemos tenido tiempo de arreglarlo, justamente en una hora tengo que salir a trabajar, afortunadamente Sebas tiene tiempo libre, pero a mí? A mi me va muy mal -rió.
-¿Y de chicas? ¿Te ha interesado una? -levanté una ceja.
-Sí, estoy saliendo con una la cual quiere matarte -volvió a reír.
-¿Qué? ¿Por qué? -peleé los ojos.
-Es broma, sólo decía. ¿Quieren algo de tomar?
-No gracias -dijo Angel-, justo venimos de comer algo y vengo lleno.
Me recosté en un sofá y saqué mi celular. Sebas y Priscy entraron.
-¡Yuridia, te amo mensa! -gritó Priscy.
-Yo también te amo Priscila.
-Muchas gracias Yuridiaa -me dijo Sebas-. Ahora no tengo que preocuparme por mi niña.
Le sonreí.
-¿Y dónde dormiremos? -dijo Priscy.
-Pues tú puedes dormir conmigo -respondió Sebas.
-Siempre y cuando no hagan otras cosas -intervine.
-Claro que no -rió Priscy-. ¿Y dónde dormirán Yuri y Ángel, amor?
-Ellos pueden dormir en mi cuarto -intervino Erick-. Yo puedo dormir en el sofá.
-No no no, cómo crees Erick -dijo Ángel-. Yo duermo aquí en el sofá.
-Ay sí ¿y yo sola? -dije-. Dormiré arriba de ti Ángel -hice una cara pervertida, todos rieron.
-No no -dijo Erick-. Yo dormiré en el sofá, ustedes duerman en mi habitación.
-¿De verdad, Erick? -pregunté.
Asintió.
-¡Muchas gracias! -lo abracé.
-Bueno, yo iré a darme una ducha porque iré a trabajar, ¿qué harán?
-Yo y mi princesa saldremos a la calle -dijo sebas-. ¿Vienen Ángel y Yuri?
-Yo prefiero estar en casa -dije.
-Sí, yo también -respondió Ángel.
-Excelente, venimos más tarde -dijo Priscy, tomó su bolso y ella y Sebas se fueron. Erick se fue a bañar y Ángel y yo nos acomodamos en el cuarto de él.
-Oye princesa -me dijo Ángel, abrazándome por la cintura-. ¿No quieres salir, o hacer algo aquí? -fruncí el ceño-. Oye, ¿aquí dormirás arriba de mí?
Reí.
-Ángel, lo decía jugando, hay que respetar este lugar, es de mis amigos. Oye, ¿necesitas regresar a Canadá? ¿Cuánto tiempo quieres estar aquí?
-El tiempo que sea necesario para estar con mi hermosa princesa.
Le dí un beso largo.
-¡Ay! -me separé.
-¿Qué pasó, hermosa?
-Me dio un fuerte dolor en el estómago.
-¿Comiste bien hace rato?
-Sí, bebé. -me volvió a dar un dolor y me encontraba en el suelo retorciéndome.
-¿Yuridia, qué pasó amor? -me tomó de los brazos en intentó levantarme pero seguía retorciéndome, hasta que el dolor paró-. ¿Estás bien? ¿Quieres que le diga a Erick si tiene pastillas?
-Estoy bien amor, iré al baño.
-No, espera, él se está duchando.
-Oh cierto -reí.
-¿Pero estás segura de que estás bien? No quiero que te pase nada malo.
-Estoy bien de verdad príncipe -le agarré sus mejillas y le di un beso. Empecé a acomodar las cosas nuevamente.
-Erick entró a su habitación por su celular y salió.
-Hay suficiente comida por si llegan a tener hambre -nos dijo-. Cuídense.
-Gracias -le gritamos.
-Oye, amor -dijo Ángel.
-¿Qué pasó, bebé?
-¿Y tu trabajo? ¿Cuándo entras?
-Dentro de un mes, supongo, ¿por qué?
-Nada más, yo aún tengo más vacaciones, hay estudiantes haciendo sus prácticas en este momento y no me ocupan, y la verdad no sé qué hacer. Regresar y estar allá con mis padres o estar con la persona que más amo.
-Como quieras amor, de igual manera osea tus padres deben estar extrañándote. ¿No quieres regresar?
-Mejor no bebé, me quedo contigo. O puedes venir a Canadá.
-¿Y vivir lo que sufrí con tu amiga? No no.
-Hay vamos amor, ella ya está bien, además te prefiero mil veces a ti.
Le sonreí nuevamente.
-¿Oye, recuerdas cuando empezamos a hablar? -pregunté.
-Nunca lo olvido -sonrió, dios quería comermelo a besos, su sonrisa me fascinaba-. Recuerdo que vi tu foto de perfil y dije: ¡Wow! Qué hermosa es. Debo agregarla y hacerla mi novia.
-¿Así? Tan derrepente?
Asintió.
-Pues yo pensé que eras un aburrido -reí-. No te creas amor, pero es que llevaba días que hacía exactamente lo mismo, y eso me aburría. Jamás creí tener un novio a tan larga distancia. Pensé que sería algo bonito pero es muy difícil.
-Sí, lo sé amor. Yo también tuve muchos problemas por la distancia, pero venos, estamos juntos.
-Sí- lo abracé.
Mi celular sonó.
-¿Bueno? -dije.
-Soy yo Erick, Yuridia. Sólo quería decirles que en la pantalla que está en mi cuarto tengo Netflix por si llegaran a aburrirse, pueden ver algo.
-Gracias Erick, te quiero.
-De nada, yo también te quiero.
Colgué.
-¿Quieres ver una película? -le pregunté a Ángel.
-Sí, ¿por qué no? ¿Cuál?
-Pues mira hay una que me fascina desde niña, se llama Shrek. Tiene tres, ¿te parece hacer palomitas y verlas?
-¿O pedimos una pizza?
-Sí, mejor.
-Bueno, tu prepara el cuarto y yo iré a buscar una pizzería.
-¿No hay un boletín por el refrigerador de una pizzería?
-Mmmm... no muñeca, mejor salgo y pregunto.
-No te tardes bebé.
-No.
Empecé a limpiar el cuarto, cargué unas cajas que impedían el paso al mueble de la televisión, estaban muy pesadas, pero conseguí dejarlas en el clóset. Ángel ya se había tardado y decidí limpiar la casa. Pasó una hora y Ángel no regresaba, empezaba a preocuparme. Así que le marqué, pero no contestaba.
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Amor A Distancia
Teen FictionYuridia y Ángel llevan conversando muchísimo tiempo. Se contactaron por Facebook, claro que sí. Los dos tienen ansias de verse de frente a frente pero hay una distancia muy larga que los separa y evita que se vean. Un chico llega a la vida de Yuridi...