Capítulo 3

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Dejé a James con Priscy. Priscy se disculpó por hacer que su hermano se fuera solo. Y yo recibí un beso de James en la mejilla. Me fui a mi casa y seguí platicando con Ángel. Valla que este chico tiene de qué platicar. Imagino que no se sale de su computador o celular para hablar conmigo. Julie parecía sospechar pero, ¿qué tenía que ocultar? Dejamos de platicar hasta media noche donde me despedí para dormirme. Al levantarme recibía mensajes de él de:

Buenos días Yuridia.

Y le respondía lo mismo. Me iba a la universidad y al salir seguía con Ángel. Esa fue mi rutina por un mes. A menos de que iba a fiestas, ahí no hablaba con Ángel por estar con Priscy. Cada que platicábamos sentía algo por él. No sabía si era por sus mensajes tan lindos y tiernos o por pasar tanto tiempo tratándolo. Pasaron dos meses y seguíamos hablando. Y seguía sintiendo algo por él. Hasta que me preguntó:

Ya llevamos dos meses platicando, ¿no crees que podemos vernos?

Respondí:

Sí lo creo pero estamos muy lejos, no podemos vernos así de un día para otro. Tú en Canadá y yo en Estados Unidos es mucha distancia, ¿no crees?

Devolada respondió:

Pero podemos vernos por videollamada.

—Es cierto —murmuré.

Respondí:

Está bien.

Y me sorprendí. Recibí su solicitud para tener videollamada. Estaba nerviosa, quería verlo. Acepté y me tapé los ojos. No abrí los dedos, temía demasiado. No sabía por qué pero así era. Y entonces teniendo la mirada tapada escuché:

—Hola Yuridia.

Solté un grito.

—Yuridia mírame, soy Ángel —decía.

Su voz era tan tierna. Como la de James solo que un poco grave. Quité mis manos pero los ojos los tenía cerrados y entonces escuché a Ángel decir:

—Abre los ojos Yuridia.

Abrí los ojos poco a poquito hasta que los abrí completamente. Y lo vi, un chico castaño, güerito y sonriente.

—Hola Ángel —le dije. Me avergonzaba porque estaba bien fodonga tenía el cabello suelto y estaba vestida con trapos, se puede decir a la ropa un poco sucia así.

—Hola Yuridia —contestó—. Estás bien hermosa, no he visto a otra chica así como tú.

—Gracias —me sonrojé—. Tú también estás her... gua... guapo —tartamudeaba por lo nerviosa que estaba. Se quedó sonriendo y yo también, le veía los ojos y veía que se sonrojaba.

—Te estás poniendo rojita —me dijo.

—Es que estoy nerviosa —respondí—. Tú también estás rojo.

—Creo que es la emoción de querer verte, tenía ansias conocerte, a lo mejor no en persona pero por videollamada sí. Eres hermosa.

—No me digas eso, hace que me ponga más roja —dije.

—Es que es verdad, eres hermosa si por aquí eres hermosa ya me imagino en persona, perfecta.

—No soy perfecta, soy un poco enojona —sí claro Yuridia—. Y deja de decirme eso, mejor saca plática como lo haces en los mensajes.

—Es que es tan difícil, me da pena —se cubrió el rostro—. Es diferente.

—Bueno mejor dejemos la video y vallamos a los mensajes.

—¡No! —gritó descubriéndose el rostro.

—Está bien —reí.

—Oye mejor saca plática tú —me pidió.

—¿Pues qué te puedo decir? Hammm... ¿Qué haces? —pregunté.

—Estoy comiendo cereal con pasas y platicando con la chica más hermosa que he visto —respondió y se metió un puñal de cereal con pasas a la boca.

—Me gusta el cereal pero no las pasas y ni idea de quién sea esa chica —reí.

—¿Te digo la inicial de su nombre? —preguntó.

—Por favor.

—Es la A —dijo.

Quité mi sonrisa y luego volvió a decir:

—No te creas, es la Y.

Sonreí.

—Pues yo también hablo con el chico más guapo del mundo —dije.

—Ya sé quién es.

—¿Quién?

—Es el chico inolvidable, todas están tras él hasta la de la inicial Y, es el mejor que pueda existir. El perfecto Ángel.

Reí.

—La chica de la inicial Y no está tras él —le dije e hice una mueca.

—No, la chica Y —reí— no está tras él, él está tras ella.

Abrí los ojos como plato. Me quedé sorprendida. Lo vi sonreír.

—¿Sorprendida chica Y? —me preguntó.

Asentí.

Amor A DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora