Capítulo 7

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Al día siguiente en la universidad estuve seria. Priscy me sacaba cualquier plática y me preguntaba cosas para responderle, pero sólo sacudía la cabeza como si eso fuese una respuesta.

-¿Quieres ir al parque? -le pregunté saliendo de la universidad.

-Claro que sí, necesitamos hablar -le miré los ojos.

Nos fuimos al parque más cerca y nos sentamos en una banca. Crucé mis piernas y mis brazos.

-Ahora sí -dijo Priscy sentándose-. ¿Por qué toda la mañana estuviste seria? Ni desayunaste y me preocupas.

-Verás -suspiré-. Estuve pensando en qué haría si mi padre llegara a nuestras vidas.

-Olvida a tu padre, es un hombre que bueno, ni "hombre" se le debe llamar. Las abandonó y eso no tiene ni perdón de Dios.

-¿Tú crees? -le dije.

-Claro que sí flaca, mejor vamos a la fiesta de Ryder -sacó una hoja de su bolso.

-¿Fiesta?

-Sí, mientras desayunaba se acercó y me dio esta invitación -me la pasó-. Vamos para que te distraigas y despejes tu mente. ¿Qué piensas?

-Pienso que cuando un hombre deja a su mujer por otra, aún teniendo hijas y una vida por delante, no valen la pena y deberían de morirse -respondí-. Listo, mi mente está despejada, no necesito ir a esa fiesta de Ryder -me levanté y tomé mi bolso.

-Yuridia vamos, yo quiero ir y estará padre, las fiestas de Ryder son tan bellas, es en su mansión. Vamos Yuridia, vamos -me insistió.

-No Priscy, no iré.

-¿Prefieres ir a tu casa, estar en tu ordenador y chatear o video chatear con Ángel? O ¿venir a una fiesta con tu mejor amiga, bailar, emborracharnos y hacer estupideces? Y tú sabes que cuando digo estupideces son estupideces -reí-. ¿Lo ves? Estás riendo, ahora vete a tu casa y saca tu mejor look que tengas. Esta noche será Estupideces de YP(YiPi).

YP es el equipo de Priscy y mío que creó ella misma. Nos reunimos en una casa, hacemos travesuras y estupideces. Pero rompemos vidrios, pintamos espejos, destruimos muebles y pintarrajeamos paredes. Pero únicamente en casas abandonadas. Y dejamos nuestra huella o símbolo: YP estuvieron aquí.

Me fui a casa y me acosté en el sofá enorme. Vi llegar a mamá con bolsas del supermercado. No tuve ganas de ayudarle, sólo la vi acercarse a la cocina y sacar los productos de las bolsas.

-Gracias por ayudarme Yuridia -exclamó mamá.

-De nada mami -contesté.

Me levanté del sofá y me senté en una silla apoyando mis codos en la mesa de la cocina.

-Mamá -dije-. ¿Qué harías si papá volviera?

-¿Es broma verdad? -preguntó entre risitas acomodando la comida.

-No -respondí, dejó de acomodar la comida y se sentó frente a mí.

-Yo lo que haría es preguntarle por qué volvió si hace tantos años que se fue y luego lo correría de la casa -respondió a mi pregunta-. ¿Por qué? ¿Ya volvió?

-No, mejor olvidemos todo y te ayudo a acomodar -cambié de tema.

-Gracias Yuridia -me dio un beso en la frente-. Me alegra haber tenido una hija como tú.

-¿Y Julie?

-Aaaam... Ella también -reímos las dos.

-¿Acaso dijeron mi nombre? -preguntó Julie entrando a la casa.

-No -le respondí, hizo un gesto y se fue.

Terminé de ayudar a mi madre y me fui a mi habitación. No entré a Facebook, estuve haciendo trabajos de la universidad y escuchando música a la vez. Recibía llamadas de Ángel pero no las contestaba. Pensaba mucho en papá pero me di cuenta de que ni importaba tanto. Él pudo haber regresado pero no lo hizo, por lo tanto no tengo por qué pensar en él.

Por la noche ya que terminé los trabajos, me acosté viendo el techo de mi cuarto y recibí una llamada de Priscy, contesté:

-¿Ahora que Priscy?

-Ya sal de tu casa, estoy afuera esperándote, tu mamá me invitó a pasar pero le dije que no, que sólo te iba a llamar para que bajaras -respondió.

-No iré, te lo dije en la mañana.

-Flaca, tienes que ir -dijo-. Ya olvidate de tu papá, ya déjalo que haga su propia vida, ya hace tanto que no lo ves y él dudo que piense en ustedes.

-No es por mi papá, no tengo ganas -colgué.

-No es por mi papá -murmuré.

Seguí viendo el techo y en cinco minutos alguien entró por mi ventana. Me asusté, agarré la lámpara como defensa y le grité:

-¡¿Quién es?!

-Soy yo, Priscy, güey -vi su cara.

-Pensé que te habías ido -le dije.

-Claro que no, no me iría sin ti, así que voy a sacar la mejor ropa que tengas, te voy a maquillar y aunque no quieras irás a esa fiesta conmigo.

-No puedes obligarme a hacer algo que no quiero.

-Sí, sí puedo -sacó un vestido negro con rosa pálido y unos tacones con moño rosas. Sacó mi estuche de maquillaje y se sentó en mi cama-. Vete a bañar pero rápido -me ordenó.

-No voy a ir -volví a decirle.

-¡Hay Yuridia, Yuridia! No me gusta gritarle a la gente pero...  ¡No siempre vas a estar en tu cama recordando a tu padre!

-Hablas como si llevara tiempo recordando a mi padre -comenté.

-Pues lo parece.

-Priscila, vete tú, no me interesa ir a esa fiesta que sé que no estaré agusto, no me sentiré cómoda.

-Muy bien, me voy, no te insistiré, si no quieres ir no vallas. Te veo mañana -salió por la ventana.

-Hay Priscy -dije, suspiré y me dormí.

Amor A DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora