Capítulo 49

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-¿Y no quieres a tu bebé o qué? -me preguntó Priscy. Estábamos videochateando.

-No sé, o sea sí sé que lo quiero pues es mi hijo, mío, está adentro de mi, pero estoy confundida amiga.

-Flaca, siento que no estás segura de tener al bebé, pero bueno si no lo quieres aún creo estás a tiempo de quitártelo.

-¿Cómo así flaca? No estarás pensando en que lo aborte.

-La verdad sí, y es algo que neta no deberías hacer, estoy absolutamente en contra de eso, dejaría de hablarte incluso si lo hicieras pero aunque yo no quiera está esa solución en el mundo.

-Amiga, no sé, yo pensaba sólo Ángel, Scarlette y yo, los 3. No pensaba en otro bebé, no pensaba si quiera en tener hijos.

-Yuridia, la verdad no te entiendo, estás bien rara, pero bueno como tú veas, es tu cuerpo.

-Pues sí, es mi cuerpo -dije.

No sabía mi comportamiento tan extraño, me miraba en el espejo grande que tenemos en la habitación y me veía mi barriga, recuerdo cuando me empezó a crecer cuando tenía a Scarlette.

-Creo que sí te quiero bebito -le dije-. Si eres hombre te voy a llamar Erick, como mi primer novio, quiero que seas como el, noble, caballeroso y lindo. Tal vez y lo conozcas y se lleven muy bien.

Más tarde llegó Ángel, estaba molesto. No me saludó, solo llego y se fue a la recámara a cambiarse, bajó luego.

-Hola amor -me acerqué para darle un beso pero se alejó-. ¿Qué tienes? ¿Por qué no me quisiste besar?

-Estoy algo cansado, comeré algo y me iré a dormir, ¿puedes dejarme dormir solo por favor?

-¿Estás buen amor? -le agarre sus mejillas pero nuevamente se retiró.

-Solo déjame dormir y pensar.

Me enojé, no me gusta que no me diga lo que tiene.

-¿Pensar qué Ángel? Me molesta tu actitud! -le grité.

-Pensar si quiero seguir contigo. -me dejó en shock.

-¿Qué? ¿Ya no me amas? -se me empezaron a salir las lágrimas.

-No es eso Yuridia, me pone a pensar que quieres deshacerte de mi bebé y eso me aleja de ti.

-¿Quién dijo que quiero deshacerme de él?

-Te escuche hablar con Priscila en la mañana antes de irme, sobre qué quieres abortar. No Yuridia, te odiaría si le haces eso a mi hijo.

-¡Pero no lo quiero abortar! Fue algo que me dijo Prisicila, pero no iré a deshacerme de él. Hoy en la mañana estuve con él, lo quiero. ¡Sí lo quiero! -grité.

-¿Qué pasó por qué gritan? -bajó Scarlette.

-No por nada mi amor, sube ahorita voy a jugar contigo -me toqué mi vientre, me dolía.

-¿Qué tienes Yuridia? -se acercó ángel a mi.

-Me dio un cólico fuerte -me mordía los labios del dolor-. Es muy fuerte, pásame las pastillas que están en el cajón tercero de la cocina, dicen Espadiva.

-¿Puedes tomarlas durante el embarazo?

-Yo creo que sí, son para bajar el fuerte dolor de los cólicos.

-De acuerdo amor.

Subí a jugar con mi nena luego de tomarme mis pastillas.

-¿Por qué te gritabas con papi? -me dio una muñeca.

-Lo qué pasa que le platiqué una historia de una amiga que quería hacer algo con su bebé y pues papi se enojó pero me dijo que así le gritara a mi amiga.

-Mami, ¿y qué quería hacer tu amiga con su bebé?

-Darlo en adopción. Pero no, está mal, ya le diré que no lo haga.

-Mami, y mi hermanito ¿Cómo está?

-Bien amor, muy bien.

-Hola mis muchachas lindas -entro Ángel.

-Papiii, mami ya me dijo lo que te contó y que te enojaste mucho y la verdad yo también me enojaría muchísimo.

-Sí mi amor, oye, ¿me dejas un momento con tu mamá? Quiero hablar con ella -le guiñó un ojo.

-Ah sí, ya me acordé que significa cuando me cierras el ojo.

Ángel hizo cara de apenado.

-Gracias Scarlette -dijo.

-Si de nada, ahorita vengo - se fue.

-¿Qué pasó Ángel? -me levante del suelo.

-No, ven -me sentó arriba de él y empezó a tocarme la pierna. Oh por Dios, no, en la habitación de mi nena no - No tiembles que no te haré nada, solo quiero platicar contigo. No me gusta estar así contigo, y mucho menos me gusto gritarte frente a Scarlette, no es sano que ella vea nuestras peleas. Y pues ya pensé bien. Si no te sientes preparada puedes tomar esa decisión, tal vez exagere en dejarte, cuando nos casamos prometí estar contigo en las buenas y malas y así será mi vida.

Nos miramos a los ojos.

-Sí quiero tener este bebé -le sonreí y después me besó.

-Te Amo -nos dijimos a la vez.

Amor A DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora