Capítulo 50

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-Me alegra que vayas a tener a tu bebé amiga, no sabes cuánto me alegra.

-Sí Priscila, la verdad estoy más que satisfecha de tener a este bebé, no le vendría mal un hermanito a Scarlette. Aunque fíjate que me está pasando algo que no me pasaba cuando estaba embarazada de ella.

-¿Pues qué sería? ¿Más antojos? No te vayas a engordar amiga.

-No Priscy, me duele muchísimo el vientre, son una especie de cólicos pero más fuertes. Me preocupa que eso le haga daño al bebé.

-No amiga, no creo, a mi también me daban dolores horribles, casi ni podía levantarme de la cama.

-Priscila, ¿en qué mes empezaste a recibir esos dolores? -levanté una ceja. Se quedó pensando y con sus dedos señaló sólo 8- Casi pariendo Priscila -me empecé a retorcer, me volvió a doler el vientre, me quejaba, el dolor era insoportable.

-Amiga, ¿son los dolores? -asentí- Amiga estás roja, bueno no sé, maybe es la cámara pero se ve que no estás bien, ve a checarte o márcale a Ángel.

-Estoy bien, estoy bien -decía con la voz entre cortada, sentí líquido entre mis piernas, me toqué. Sangre, o por Dios. Le enseñé mis dedos.

-Amiga, eso no está bien, le voy a marcar a Ángel -en eso entró Angel saludando- ¡Angel! Tu mujer está sangrando.

-Amor, amor, ¿qué pasa? -corrió hacia mi.

-¡Llévala a urgencias pero ya! -le gritó.

Ya no pude más con el dolor y solo sentí cómo caí en los brazos de Ángel.

-Yuridia, hija mía.

-Mamá, mamá -corrí hacia sus brazos, estábamos en un cuarto donde solo había luz blanca, nada más que luz blanca- Te he extrañado muchísimo, mamá.

-Lo sé mi amor, mira te tengo una noticia. Pero sé que serás fuerte, tú, Yuridia, mi hija, sé que eres fuerte por todo aquello que has pasado y esto solo es una prueba que Dios te está mandando pero no para que te destroces, si te caes te levantas, ¿de acuerdo mi amor?

-¿De qué hablas mamá? ¿Qué prueba?

-Hija, estoy tan contenta de tu hija, mi nieta es hermosa, igualita a ti. Y en serio eres una buena madre, ayúdala en todo así como yo las ayude a ti y a Julie. Te amo muchísimo mi amor. Te veo.

Empezó a alejarse y desvanecerse, le gritaba desesperada que no se fuera, que no me dejara otra vez. Sólo corría y conseguía parar del cansancio, después sentí cómo agarraban mis brazos y no me dejaban moverlos, quería seguir corriendo y mis piernas también ya estaban sujetadas, no entendía que pasaba y entonces. Desperté.

-¡Mi amor! -gritó Ángel, estaba hospitalizada, él me tenía sujeta de los brazos- ¿Qué tienes, está bien?

-Amor -le toque la barbilla- ¿qué hago aquí? ¿Mi bebé? -me toque el vientre- ¿qué tengo?

Ángel me abrazó. Escuchaba como lloraba. "Oh Dios mío no, no no no, por favor que no sea lo que estoy pensando, POR FAVOR", pensé.

-Ángel, dime ¿qué está pasando? Por favor -empecé a llorar. El solo me abrazaba con más intensidad.

-Yuridia, lamentablemente tuviste un legrado -dijo la doctora.

-¡¿Qué?! -grite, Ángel me abrazó más fuerte y yo sólo gritaba de desesperación, me agarraba mi vientre y decía una y mil veces- Quiero a mi bebé, quiero a mi bebé, quiero a mi bebé.

-La doctora dijo que todo esto fue provocado por las pastillas que tomabas -se separó Ángel, limpiando sus lágrimas, estaba rojo- Sabía que esas putas pastillas no eran buenas para ti y aún así quisiste tomarlas.

-¡¿Y yo qué demonios iba a saberlo?! Pensé que podía ayudarme con mis dolores, sino ¿con qué otro remedio lo hacía? -le contesté.

-Chicos tranquilícense, entiendo perfectamente su dolor pero no deben estar así ahorita, Yuridia necesita apoyo, no es fácil por lo que está pasando.

-¿Cuándo la dará de alta? -preguntó Ángel.

-Mañana, hoy quiero verificar que no tenga nada más maligno para su salud -contestó la doctora.

-Muy bien, mañana vengo por ella -agarró sus llaves y se fue.

-Doctora, ¿por qué me quitaron a mi bebé? -comencé a llorar de nuevo- Quiero a mi bebé, lo necesito, lo quiero conmigo.

-Yuri -me abrazó- tu bebé ya estaba grave, es normal que muchachas como tú sin experiencia maternal ingieran sustancias para contrarrestar el dolor pensando en que no harán ningún daño a su embarazo, es normal en serio. Tú no sabías. Tu bebé ya estaba grave como te digo y no había solución de salvarlo, ahora, si yo te hubiera dejado a tu bebé tú también podrías haber sufrido. Y aunque yo sé que tú decisión hubiese sido salvarlo a él aún así no se hubiera logrado, no llevabas mucho tiempo de embarazo.

Me recosté en la cama, no paré de llorar. "Ahora entiendo lo que me dijo mi mamá. Pero no sé si seré fuerte".

Al otro día a las 8 am, salí, Ángel no estaba en el hospital y decidí no esperarlo, me fui caminando todavía llorando, tocaba mi vientre vacío, lloraba y lloraba, hasta que alguien tocó mi hombro.

-¿Se encuentra bien señorita? -me preguntó un cura.

-No, no me encuentro bien, estoy destrozada.

-¿Qué tienes hija? -me tomó de los hombros. No podía ni contestarle, estaba tan triste, no podía hablar, solo quería llorar- Vamos a la iglesia a la que asisto, ahí te sentirás mejor hija.

Y caminé junto con el cura hacia la iglesia.

-¿Ya me puedes contar? -volvió a preguntarme. Me pasó un vaso con agua y servilletas para limpiarme.

-Acabo de salir del hospital donde recibí... una mala noticia -volví a llorar-. Perdí a mi bebé y todo por mi culpa.

-¿Por qué dices que fue tu culpa?

-Porque sí, soy una tonta que no sabía que durante el embarazo no debía tomar pastillas sin consultar con un médico. Por mi idiotez maté a mi bebé, lo maté padre. Debería irme al infierno.

-Hija mía... tú no tuviste la intención de matar a tu hijo, fue algo que no sabías, pero sólo piensa que tu bebé es un angelito que está con nuestro Dios y el lo tendrá cuidándolo. Es difícil esa noticia pero si te doy un consejo, habla con Dios, pídele que te ayude a sanar este inmenso dolor, pídele por todos tus dolores y ofrécelos, Dios está contigo en cualquier momento de tu vida, te invito a que pases al santuario y pídeselo, llora, desahógate pero hazlo en manos de Dios. Y te aseguro que el amor tan grande que tiene hará que tú dejes de sufrir, entrégate a él y reza.

-Gracias padre, gracias por esta paz que me ha dado. Muchas gracias.

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Holaaaaaa! Oigan muchísimas gracias por su paciencia en serio no he estado pasando por momentos fáciles pero trato de mantener esta historia viva. Por otro lado se acerca el final de este hermoso libro. Y solo quiero decirles a todos mis seguidores/lectores MUCHÍSIMAS GRACIAS por sus comentarios, ideas, motivaciones... en serio no tengo como pagarles todo lo que me han ayudado, a aquellos que me mandan mensaje diciéndome que no me rinda, que siga que esta buenísima que la adoran. En serio muchas gracias a TODOS. Les mando saludos a todos y un beso enorme.

Amor A DistanciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora