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Rosalie se hayaba sentada en una banca cerca de la entrada, ella estaba esperando que su sesión con el psicólogo empezará y le gustaba tomar un poco de aire fresco mientras tanto.

-No se va a escapar del instituto ¿verdad?- la rubia escucho esa pregunta y giro un poco la cabeza sin mucho interés.

-Créeme que si tuviera ganas ya lo hubiera hecho- dijo ella sin muchas ganas volviendo su mirada a la entrada.

-No lo creo, porque yo encontraría la forma de detenerte - el dijo y le guiño el ojo.

Desde la última vez que ellos habían interactuado su relación habia sido un poco tensa.

Rosalie creía que era lo mejor ya que, el solo era el coordinador del instituto y nada mas para que quería otro tipo de relación.

Emmett odiaba llevarse mal con alguien, especialmente con ella porque queria ayudar con el tratamiento pero esta chica era difícil sobretodo por como se conocieron por primera vez. 

-¿Te acuerdas que dijimos que íbamos a empezar de nuevo?- el preguntó.

-Si- dijo la rubia y lo miro -pero no le veo el sentido, tu trabajas aquí y yo soy una estudiante-

-Pues porqué es bueno que nos llevemos bien- se excusó Emmett.

-¿Eso viene en el reglamento de los coordinadores de chicas problemas?- ella elevó una ceja al preguntar eso.

-Si, es la regla número 356- dijo el en forma de juego.

Aunque Rosalie trato de no reírse no pudo no hacerlo, ya que el chico que estaba a su lado tenía un carácter demasiado infantil y parecía que no le importaba decir cosas ridículas.

-Creo que la he leído- dijo ella -esa regla viene después que prohíbe derribar a las alumnas mientras corren.-

-Pensé que te escaparías- el dijo haciendo puchero haciendo que la rubia moviera la cabeza y sonreirá.

-Pues no me interesa hacerlo- dijo ella -quiero terminar con esto definitivamente y salir curada de mi problema-

-Eso es bueno- dijo Emmett -Es bueno saber que quieres mejorarte por ti y por esa persona que te esta esperando afuera-

Al escuchar esas palabras una sonrisa apareció en su rostro, al pensar en su hija.

-Pues si alguien muy importante en mi vida me ese a esperando- volvió a sonreír -es más me voy o llegare tarde a mi sesión-

La rubia despampanante se levanto y se dirigió al consultorio, si quería hacer lo que había dicho tenía que hacer las cosas bien.

A/N: ¿Que les parece? Espero que les guste y me dejen su opinión.

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