Capítulo 25

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Me separo bruscamente volteando hacia atrás y veo como vienen corriendo hacia nosotros una multitud de gente, entre ellos...¡REPORTEROS!

¿¡CÓMO LO SUPIERON!?

Volteo a ver a Jose que al parecer está en estado de shock, lo tomo de la mano y lo jalo para que corra pero es imposible, no se mueve y pues obvio que no puedo con él, si no, me lo hubiera llevado cargado.

-¡JOSÉ, MUEVETE! -Grito cuando la gente ya está más cerca, él sacude su cabeza, me levanta del suelo poniéndome de cabeza en sus hombros y empieza a trotar por el aeropuerto.

-¡BAJAME! ¿QUÉ HACES? -Tomo con fuerza su sudadera.

-¡CALLATE, NO ME DISTRAIGAS O CAEREMOS! -dice un poco agitado. -¡CASI NO PESAS, ESO ES UNA GRAN VENTAJA!

-¡BAJAME!

-OKAY, TRANQUILA MA'. -Para y me pone de pie, me da la mano y seguimos corriendo esquivando a varias personas que no sabían que era lo que pasa.

Al parecer más gente se ha unido a esta persecución.

-¡Alto! ¿Qué está sucediendo aquí? -Un guardia de seguridad pregunta deteniendo a Jose con una mano en su pecho.

-Ellos...yo... Balvin...man...Jess...ayu..da... -responde Jose algo agitado y tratando de tomar aire, al igual que yo.

-Por aquí. -Nos hace una señal con la cabeza para que lo siguiéramos a entrar a una oficina, cuando entramos, el guardia cierra rápidamente la puerta, haciendo que Jose y yo soltáramos un gran suspiro. -Entonces aquí está la pareja del año, ¿eh? -dice sonriendo, aquel hombre alto. Volteo hacia Jose y está en la misma posición que yo: apoyando sus manos en las rodillas, recuperando aire.

-No, es lo que usted piensa, mejor dicho, no es lo que todos ustedes piensan. -digo por fin, al recuperar que mi respiración volviera a su normalidad.

-Ya tranquila. -Me responde Balvin.

-Bueno, como sea, buscaré la forma de sacarlos de aquí. ¿Hacia dónde viajarán? -Pregunta el guardia llamado Luis, lo sé por su gafete que cuelga de su cuello.

-A Miami, Florida. Sólo ella viajará. -dice Jose, sentándose en una silla del lugar.

-A Miami, lindo lugar. Por cierto falta poco para que salga el vuelo. -dice Luis, observando unos papeles que traía en la mano, nos da la espalda y empieza a hablar por su radio.

-Te dije que no era buena idea que te bajaras del auto. -río

-Tenías razón. Venga pa' ca. -extiende sus brazos y sonríe.

-No me sentaré en tus piernas. -ruedo los ojos y éste ríe.

-Ya, pues. -Se levanta y nos damos un abrazo, el cual es interrumpido por Luis, que se aclara la garganta para que lo notemos.

-Vendrán unos colegas, quienes los ayudarán a salir.

En eso se empiezan a escuchar gritos de la gente a ya afuera y como tocan la puerta desesperadamente.

-Tranquilos, todo va a estar bien. -dice Luis al ver nuestras caras de susto.

-¿Podré tomar mi vuelo? -Pregunto.

-Si te llevamos a tiempo sí. -Me responde. -Se van a tener que despedir aquí. Apenas lleguen los demás a usted. -Me señala. -La guiaremos hasta la entrada de su vuelo. Y a usted... -Espera a que Jose diga a donde.

-A mi auto. -Responde.

-Lo guiaremos a su auto. -termina su oración.

-¿Vendrás a visitarme? -Me pregunta Jose.

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