Capítulo 34

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Salgo de mis pensamientos y Royce sigue hablando de lo mismo.

-¡Viéndolo así es genial! Ahora te entiendo. -Lo interrumpo.

-No prestabas atención, ¿Qué sucede? Te he notado muy distante toda la tarde.

-Nada, perdón. Estaba pensando en el estrés que se aproxima en la gira. -Miento.

-Viajar de una lado a otro, dormir menos de 5 horas, pruebas de sonido, no comer bien, andar de prisa, dolores de cabeza, cansancio, sí, será dura. Pero puedes con eso y más. -Me regala una linda sonrisa.

-¿Me podrías llevar a casa? Tengo que preparar algunas cosas para mañana.

-Sí, pero antes..

Va acercándose lentamente, con su manos toma mi cintura, atrayendome hacia él. Ya se a donde va así que coloco mis manos en sus hombros. Su aliento choca con el mío, nuestros labios se rozan, cierra lentamente los ojos, imito el acto y sin más preámbulos, nos besamos. Es un cálido y dulce beso.

Nos vamos recostando en el sofá, lo que realmente me sorprende es que introduce una de sus manos debajo de mi blusa, caricia mi espalda y yo mantengo mis manos en sus hombros.
Nos seguimos besando hasta que una sensación incómoda se empieza a formar en mi estómago.

-¡Espera! -Lo detengo de golpe, tratando de salir de su agarre con desesperación.

-¿Qué? -Pregunta Royce confundido.

No le respondo, salgo disparada hacia el baño, escucho que Royce viene atrás así que al momento de llegar al bendito baño lo cierro con la llave de la perilla. Levanto la tasa y a devuelvo todo lo que he comido en el día.

-¿Jesthenne, te sientes bien? -jala la puerta desde la perilla.

-¿Me puedes dejar un momento? -Vuelvo a vomitar.

-Necesitas ver a un médico, esta tarde casi te desmayas más de dos veces y ahora esto. No está bien Jesthenne. -Escucho que se aleja.

No he comido tanto, ¿De donde sale todo esto?
Me quedo reposando unos segundos en la tasa, las náuseas aparecen nuevamente, Royce también regresa, y abre la puerta como si nada. Es su casa, tiene llave de todo.

-¿Me puedes dejar sola? -Le pregunto como puedo, ya que, el vómito regresa.

Royce no me contesta, se inca junto a mi, retira mi cola de caballo hacia atrás y da un beso en mi hombro. ¿Puede ser este hombre más lindo?

Por fin término. Royce se levanta, baja la palanca del inodoro, me ofrece su mano para ponerme de pie, la cual acepto y enjuago mi boca.

-¿Qué fue todo eso? -Pregunta Royce.

-No lo sé.

-¿Cómo te sientes?

-Me duele la cabeza, mi garganta y estómago arden.

-¡Ay! Mi bebé está enfermita. -Me abraza y da un beso a mi cabeza. - llamaré a Abigail para que te revise. -Abigail es una de las mejores doctoras de florida y nuestra doctora de cabezera.

-No es necesario, estoy bien. Me cayó mal la comida, eso es todo.

-Al parecer la comida de toda una semana. De cualquier manera le hablaré. -Nos separamos.

-Estoy bien. -Le repito pero no me hace caso y sale del baño.

Sólo a mi se me ocurre enfermarme justo cuando empiezo con los preparativos del Tour.

Salgo del baño, me dirijo a la sala en donde estábamos hace unos minutos y me encuentro a mi novio hablando por teléfono, me ve y me sonríe de una manera tan encantadora como siempre.

DOS CAMINOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora