DOS CAMINOS

Capítulo 48

-Pase. -Doy permiso para entrar, ya que tocan la puerta.

-Buenos días. -Saludan dos enfermeras.

-Buenos días. -Devuelvo.

-Venimos a cambiar el suero.

-Claro. -Tocan nuevamente. -Adelante.

-¡Hija! -Mi padre corre a abrazarme. -¡Dios, Jesthenne! Solo fue un susto más.

-Quiero irme a casa.

-Lo sé, cariño pero tienes que estar aquí por unos cuantos días, es por tu bien. ¿Cómo está mi nieta?

-Se ha estado moviendo mucho, yo supongo que bien.

-No debiste ocultarme a su padre, esto no estaría pasando.

-No debiste haberme prohibido abortar, esto no estaría pasando.

-No estaría pasando porque tal vez estuvieras muerta. Sabes que existe el riesgo de morir en esos procedimientos.

-Lo hubiera preferido.

-Maddox, mi nieta y tú son lo único que tengo. No accedería a perder a ninguno de los tres.

-Solo quiero despertar de esta pesadilla.

-Nunca te voy a entender.

-Ni yo a ti. -Respondo

-Cuando mi nieta nazcan lo harás, te darás cuenta que todo lo que he hecho ha sido por tu bien y que no soy el enemigo.

-En verdad espero que así sea. Papá, saca a Royce de este problema.

-¿Hablas por los medios?

-Sí, no quiero que esto le afecte a su carrera, no lo merece.

-Todos estamos trabajando en equipo, esto no afectará a nadie.

********

Estos cuatro días en el hospital han sido desesperantes, no veo la hora para salir de aquí, cada segundo que pasa es una tortura para mi.

Sin querer me he puesto a pensar como será la bebé, sus ojos, su boquita y su pequeña nariz. Admito que me da un poco de ilusión ver su rostro pero ¿Quién es esta personita? Porque no la  conozco, es una bebé que no conozco, puede que se esté formando dentro de mi pero yo no la conozco. No siento ese vínculo de madre a hija que se dice tener en esta etapa y no sé que hacer para obtenerlo.

-¡Estás acariciando tu vientre por primera vez!

Mad no se ha separado de mi ni por un segundo, ha sido mi pañuelo de lágrimas estos días, lo cual le agradezco muchísimo, no es fácil soportar a una mujer embarazada que cambia de humor cada cinco minutos.

-Fue inconscientemente. -Retiro rápidamente la mano.

-Estoy tan feliz por ti, es un avance más.

-Supongo. -Respondo con mi voz cortada. A mi no me causa ninguna emoción y ese es el problema.

-No, Jessy, no. -Se levanta del sofá y viene a abrazarme. -¿Qué es lo que pasa?

-¡No logro sentir como mía a esta bebé! ¡No  logro quererla!

-Tranquila, Jess, no te hace nada bien alterarte. -Soba mi espalda. -Tal vez sea un proceso largo pero terminarás haciéndolo.

-¿Qué madre no quiere a su bebé?. -Pregunto.

-No sigas diciendo eso, terminarás amando a tu bebé.

-No, el tiempo ha pasado y no siento amor por ella. Jose apenas se entero y para él ya es su vida entera. Sólo mira esto. -Señalo alrededor de nosotros, en donde está lleno de arreglos florales para la bebé.