Capítulo 26

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Más reporteros, era de esperarse.
No tengo más salida que hablar con ellos.

Un montón de reporteros se abalanzaron hacia mi preguntando sobre mi relación con Royce y sobre Jose. No entiendo bien sus preguntas, todos hablan al mismo tiempo y me empujan.

-Disculpen, no logro entender sus preguntas, ¿Podrían hablar uno por uno? -Digo y todos se callan.

-¿Qué hay de cierto de que engañaste a Prince Royce con J Balvin? -Pregunta un reportero desde atrás. ¡Wow! Que directo.

-Nada, no haría lo que no me gustaría que me hicieran. -Respondo jugando con mi anillo Y se me viene a la cabeza aquel beso.

-Entonces ¿Qué hacías con Balvin en Medellín? -Pregunta un reportero.

-No puedo contarles aún. -sé que Jose me pidió que no diera declaraciones pero ¡¿Cómo podría zafarme de esto?!

-¿Se trata de una colaboración? -pregunta ahora una castaña de largas pestañas.

-Perdón no puedo hablar. -Respondo.

-Algunos colegas los vieron abrazándose muy cariñosamente en el aeropuerto central, hace unas horas. -Comenta un chaparrito.

-¿Cariñosamente? Claro que no, solo fue un abrazo amistoso, eso es todo. -Aclaro.

-¿Cómo está tu relación con Royce, han hablado sobre está situación? -Pregunta una rubia.

-No hemos tenido la oportunidad de hablar de toda ésta confusión. Es todo lo que diré al respecto, con permiso.

Trato de caminar hacia la entrada de mi casa pero es un poco difícil, ya que los reporteros siguen insistiendo.
Veo como se abre el portón de mi casa y salen 4 hombres de traje, me rodean apartando a los reporteros y me hacen caminar con ellos.

-Quiénes son ustedes? -Pregunto a unos paso de entrar a mi casa.

-Tranquila, señorita. El señor Cruaylie nos contrato para protegerla. -Me responde uno, entrando a la casa.

-Gracias, ¿Mi padre está aquí?

-Sí, señorita. -Me responde uno de los guardias.

-Bueno, gracias por salvarme. -les sonrío, ellos asienten y camino a la puerta de mi casa.

Tengo miedo, No sé que me harán mi padre y Mad. ¡Genial! No tengo las llaves.
Giro la perilla, rezando para que la puerta esté abierta y lo está, entro, dejo mis cosas en el suelo y me giro a cerrar la puerta con cuidado. Escucho como Mad se aclara la garganta, volteo rápidamente y él está ahí de brazos cruzados.

-Hola Mad, volví. -Sonrío nerviosa y extiendo mis brazos, esperando un abrazo que obviamente no me dará.

-Al despacho (Oficina), ¡Ahora! -Me ordena. Camino y él me sigue, entro al despacho, veo a mi papá sentado en la gran silla giratoria detrás del escritorio y me mantengo de pié esperando a que hable.

-Toma asiento. -Me dice mi padre. Me siento en enfrente de él. Me analiza con su mirada, en eso llega Mad, y se pone de pié a un lado de mi padre.

-Nada de lo que dicen es verdad. -Digo rápidamente, agachando la cabeza.

-¿Me puedes decir qué dicen? -Pregunta mi padre que se recarga en la silla. Río nerviosa y digo.

-Ya sabes lo que di....

-¡¿Me puedes decir qué es lo que dicen?! -Me interrumpe con un tono de voz algo elevado.

-Que tuve algo que ver con J Balvin. -respondo con un tono de voz apenas audible.

DOS CAMINOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora