08. Utopía de amor.

177 15 2
                                    

Hoy es el día en el que podre confesarle todo mi amor a ella. Sé que he tenido muchas más oportunidades, pero hoy estoy totalmente decidido a plasmar toda la verdad en sus labios con un mayestático beso. Esto es lo más irracional que he pensado hacer, creo que si todo sale bien será la mejor sensación que sentiré en mi vida, pero, si ella me rechaza, creo que al igual que un kamikaze, me suicidaré en un acto que congelara mis emociones y romperá en mil pedazos mi corazón, pero debo intentarlo, es ahora o nunca.

Es casi la una de la tarde, así que decido comprar unas rosas antes de encontrarme con ella y claro, entregarle una carta que le escribí con todo mi amor. Camino lo más rápido que puedo, pensando en todas las cosas que podre decirle y de la forma más inocente y estúpida, imaginando toda una vida juntos, en el caso de que me acepte, aunque ruego que sea así. Creo que es una de las cosas más absurdas que suelo hacer, cuando me gusta alguien profundamente, suelo imaginar distintos sucesos que anhelo que ocurrieran, como, por ejemplo, cómo sería nuestra boda, como sería la luna de miel, en qué lugares haremos el amor, cómo serían nuestros hijos, incluso, en cómo sería ver el paso del tiempo en nuestra carne, en cómo será envejecer sin tener miedo a morir ya que nos tendremos el uno al otro.

Mis manos tiemblan de forma descontrolada y mi corazón se acelera más y más. Estando a casi 200 metros de ella, puedo apreciar su majestuosa belleza, y de manera sorprendente, ella me visibiliza, levantándome la mano y sonriendo. Yo entro en shock por unos segundos, pero continúo caminando hasta que, de un momento a otro, un sobrecogedor ruido abraza todas las edificaciones a mí alrededor y la superficie de la tierra comienza a tambalearse de forma brusca, haciéndome sentir tan indefenso, tan insignificante, tan diminuto. Los vidrios se quebrantan, las paredes se desmoronan, las personas gritan, definitivamente, todo entra en caos, pero eso no es un impedimento para que yo me arme paso hasta donde está ella, con tal de protegerla con mi vida si es necesario. Mientras yo corro hacia donde se encuentra ella, escucho como a mi izquierda un gran edificio empieza a colapsar y viene directo a mí. De hecho, no hay nada que pueda hacer, todo está pasando tan rápido, aunque a su vez es tan lento, es como una pesadilla eterna. Por un momento sé que no importa que tan rápido corra, no tiene sentido alguno, así que le grito a ella y ella me grita a mí, percibiendo el inminente evento que se viene a continuación. Con mis últimos segundos de vida, aprovecho para que sea de alguna forma un hermoso adiós, así que con una de mis manos levanto las rosas y con la otra la carta. Entretanto mis pulmones en un sobreesfuerzo me dan la vitalidad para gritar un "Te amo", y todo empieza a tornarse oscuro. Por ese pequeño instante siento miedo por última vez, mientras toda la vida que había planeado para los dos se esfuma en el aire y ahora, nada tiene sentido.

//

En memoria de todas las víctimas del catastrófico terremoto ocurrido en México el 7 y 19 de septiembre. 

Relativamente bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora