31. Quiero ser libre.

79 10 1
                                    

Desearía ser libre y dejar por un momento esta cárcel a la que llaman vida. No intento decir que quiera morir, porque en realidad este preciso instante es lo único que tengo. Esta prisión llena de edificios con personas que caminan de un lugar a otro como si nada a su alrededor existiera, me llena de tristeza porque siento que me estoy ahogando lentamente en tantos sentimientos que me agobian y a pesar de estar rodeada de multitudes, estoy totalmente sola.

Debo admitir que tengo la oportunidad de discutir con compañeros de clase, profesores, vecinos o almas en busca de atención en ese gigante azul conocido como "Facebook", pero en realidad, resulta más significativa una charla con mi mascota, porque, aunque no entienda ni una sola palabra de lo que digo, sabe cómo sacarme una sonrisa. Lo que no entiendo es porque algunos seres insisten tanto en hacer de mis días una absoluta tortura y lo que me lastima demasiado es que por más que intente ser fuerte, de enfrentarlos, o siquiera de ignorarlos, sus palabras son como puñales que retumban en mis oídos, haciendo que incluso la basura arrojada por las calles tenga más valor que yo, o siquiera es como hacen sentirme.

No sé qué es la libertad, digo, debe ser maravilloso poder despertar un día y tener la tranquilidad de que estarás bien al menos contigo misma, pero son tantas las ocasiones en las que esos monstruos me dicen lo terriblemente mal que soy físicamente, y por más que intente convencerme que no es verdad, termino creyéndoles a ellos, termino siendo una esclava de sus mentiras.

A medida que las semanas avanzan todo se vuelve ordinario, y mi existencia aburrida. No quiero más esto, quiero ser libre, quiero soltar estas cadenas llenas de odio y auto desprecio, quiero simplemente tener la oportunidad de amarme lo suficiente como para que este amor sea mi salvación.

No menciono a nadie más, porque desde hace mucho tiempo espere a un príncipe azul, e incluso lo intente con algunas princesas, pero nunca funciono, en efecto nadie en realidad me quiso, solo fui una apuesta, un estúpido reto, una penitencia que para ellos era un castigo.

Creo que es hora de marcharme tan lejos como pueda. Debo buscar mi propia libertad y estoy segura que en medio de tanta miseria nunca podre ser feliz. Estoy alistando mi equipaje para ir dónde van los que no tienen a ningún lugar donde ir, donde todas tus preguntas se reducen solo a una respuesta, y estaré agradecida de llevar a mi mascota junto a mí. Aquí empieza mi viaje, aquí termina mi sufrimiento. 

Relativamente bien.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora