Relativamente bien.

02. Enfermedad del alma.

Me encuentro en el hospital, es martes, el sol casi se oculta y la luna por poco ya es dueña del cielo. Realmente en este momento no me siento bien, supongo que este lugar me trae muchos recuerdos, algunos innecesarios, otros que, aunque simbolizaban dolor, me traen algo de alegría ya que en estos sitios sueles compartir tiempo con tus seres queridos, incluso si es para verles con vida por última vez.

Me acerco un poco a la ventana, quiero ver como concluye el atardecer, pero entonces nacen en mi mente una serie de interrogantes: ¿Qué me ocurrió?, ¿Por qué no soy feliz?, ¿Qué es felicidad? Sinceramente no lo sé.

Algunas personas están aquí desde hace muchas horas, es normal, es la sala de urgencias. Puedo ver a mi alrededor a un niño con un brazo roto, una anciana agonizando, personas heridas, otras enfermas y estoy yo. A diferencia de ellos en mi cuerpo todo está bien, aunque en contraste de ello, tengo mi alma rota, pero, ¿Estoy en el lugar indicado?, ¿El área de urgencias podrá sanar mis heridas?, ¿Cómo se sana un corazón roto?, ¿Cómo se cicatrizan heridas en tu alma?, ¿Existe algún remedio?, Tristemente no lo sé, solo me encantaría poder encontrarme con el doctor, es un profesional curando cualquier mal, pero, ¿Y si no tengo cura? ¿Y si no estoy en el lugar indicado? Joder, solo quiero que el dolor termine, solo quiero poder dormir en las noches, con una sonrisa en mi rostro disfrutando de la vida.

Quiero ser feliz, quiero vivir, quiero sanar, quiero encontrarme a mí mismo, quiero poder escapar de esta pesadilla que empieza cada vez que despierto.