Relativamente bien.

21. Solo tú y yo.

Nena, quiero que sepas que hace mucho espere este preciso momento. Sé que para ti no es fácil, tampoco lo es para mí, pero debemos confiar el uno en el otro. Debo confesarte que de no ser porque junte mis manos con las tuyas, estaría muerto de miedo, estaría aterrado; pero tú me das tanta seguridad, tanta paz que en este instante no importa nada más que solo tú y yo. Con cada beso que obsequias siento como si el mundo se evaporara, dejándonos en esta pequeña habitación que ahora mismo es la totalidad de mi cosmos.

No sé en qué momento empezó todo, bueno, de hecho, si lo sé. Rememoro cuando te vi por primera vez llena de miedo e inseguridad, como si todo fuera a hacerte daño, como si tu alrededor estuviera lleno de monstruos, y te comprendo, la humanidad apesta.

Lo interesante de ese día, fue que sentí la necesidad de protegerte, de darte un refugio bajo mis brazos, de dejar que reposarás todo tu dolor en mi corazón. Acepto que lograr que te fijarás en mí no fue nada fácil, tomo casi dos años lograrlo, pero bien, aquí estamos ahora y me siento muy afortunado por tener el privilegio de tu compañía, de obtener de ti esos detalles tan íntimos que ni siquiera tu a veces notas, como tus reacciones al ver una película romántica, en especial en alguna escena candente, o la forma en la que tu corazón late cuando lamo tu cuello.

Todo de ti me gusta, no hay nada que me desagrade, porque de eso se trata el amor; y no me refiero al concepto prostituido que cualquier niño o adolescente utiliza con alguna "pareja emocional" que conoció hace un par de horas en Facebook, me refiero al término que define el material con el cual Dios tejió el universo, eso tan puro que con poca frecuencia ocurre.

Te amo más de lo que imaginas, más de lo que yo debería, y sin importar cuánto daño puedas causarme, nunca olvidaré que me hiciste feliz, que me hiciste sentir especial. Te pertenezco, tú me perteneces y ahora seremos uno, ahora te entregaré mi amor, mi cuerpo, mi alma y todo aquello que me define. Sé bien que tú harás lo mismo y tú sabes bien que nada me importa más que perderme en ti.