Relativamente bien.

09. Un sacrificio sin gloria.

Dicen que debemos luchar por nuestra felicidad, que es nuestro deber preocuparnos únicamente por ello, pero simplemente es una idea que no ocupa mi mente.

Hace unos días todo marchaba de una u otra forma bien, pues, tenía a mi lado a una de las mujeres más hermosas, aunque debo decir que todo esto era un amor no correspondido, puesto que nadie quería vernos juntos. A pesar de las circunstancias y de saber que era una pésima idea el escribir una historia que nadie leería, yo continúe con ella, siguiendo una ilusión netamente inalcanzable, una droga emocional que tenía un precio muy caro, cobrado por la realidad. Las cosas, como lo mencione, iban bien, hasta que me entere que a uno de mis mejores amigos gusta de ella. Fue entonces cuando de la forma más estúpida, decidí ayudarlo a conquistar a mi pareja, puesto que nadie sabía que ella y yo estábamos juntos. Todo transcurrió de una forma muy negativa para todos y más porque estaba alimentando el deseo inútil de él, pero, por otro lado, siguiendo un camino sin carreteras ni vías con ella. Los días pasaron y poco a poco me fui enterando de que este chico la quería de una forma muy especial, al punto de considerar que sus emociones eran muchísimo más fuertes que las mías. Después de pensar y pensar, comprendí que ella merecía a alguien que le brindara su corazón sin ningún tipo de limitación, alguien que fuera correcto para los demás y que pudiera ofrecerle todo el amor que yo no puedo darle por distintos factores. En definitiva, alguien que la hiciera completamente feliz. Así que mientras escuchaba algo de Guns N' Roses en el estéreo y dejaba guiar mis pensamientos por el dulce aroma de la cafeína adentrándose por mi sistema respiratorio, llegue a la conclusión de que ellos dos debían estar juntos y que yo era un impedimento para que cupido cumpliera su función sin ningún problema. Quizá la vida de muchos sería más fácil sin la existencia de otros y aunque seamos egoístas y no queramos aceptar esto, yo tomo la triste decisión de dejarla ir, de soltarla quizá para siempre. Sé que suena exagerado y que me he vuelto a quedar solo, pero creo que es lo mejor para ella y para todos. Con los días ella me va a superar y muy seguramente se dará una oportunidad con este chico. Sé que podrán llegar a ser muy felices y aunque por ahora nadie sepa lo que he hecho y vuelva a sentirme vacío, me reconforta la idea de que ella será feliz y a la postre es lo que me importa, su felicidad, no importa si estoy o no en su vida, solo me importa que sea feliz y que nunca le falte nada de lo que no le pude dar.