Trougth Love

CAPÍTULO 25

                                  Maratón 2/3

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POV BULMA

-S-Soy Bulma Briefs-le extendí la mano a Ryuu.

-Un placer conocerla señorita-me dijo tomando mi mano y plantando un beso en esta.

-Bueno-interrumpió el señor y quité mi brazo por completo-yo los dejo, compermiso-se despidió.

-Propio-respondimos Ryuu y yo. Después de unos segundos, Ken cruzó la puerta dejándonos solamente a los dos.

-¿Así qué eres el heredero de RedFilies?-dije cruzandome de brazos. Este me miró con sus ojos azules y los cerró por un momento.

-Y tu eres la grandiosa Bulma Briefs, heredera o bueno, me atrevería a decir, casi dueña de Corporación Capsula.

-Hmp...sí-me limité a contestar.

-¿Sabes cuánto me costó bajarme la erección que provocaste Briefs?-se acercó a mi.

-Ash...lo siento...pero bueno. Mis razones tuve para irme-dije rodeando mi escritorio y volviendome a sentar en mi silla.

-Mmm...¿y puedo saberlas?, digo, tengo derecho ¿no?-sonrió.

-Es...es que-paré por unos segundos tratando de idear algo convencible-tengo novio.

-Oh, ya veo. Y por eso estabas en ese antro a altas horas de la noche restregandote con un desconocido, vaya vaya-dijo con sarcasmo.

-Mira, olvida todo y empezemos desde cero-le ofrecí mientras agarraba los papeles y los estampaba en el escritorio.

-Mmm, ¿y si me niego?

-El contrato con las acciones de tu padre se acaba-le dije dejándome de cosas.

-Hmp...¿estas sobornandome?-desabrochó el botón de su saco y encaró una ceja.

-Tómalo como quieras. Pero decide. U olvidas o bye a a la afiliación.

-Ya. Esta bien-dijo sentándose en la silla enfrente de la mia.

-De acuerdo entonces sigamos con lo que estábamos-terminé de decir y el solo me lanzó un beso al aire.
Esto será cansado de aguantar.

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POV VEGETA

Ya después de ese incidente con la mujer resbalosa, volví a metreme en la cámara de gravedad a entrenar.
No me dí cuenta cuando llegó la noche y la luna llena se reflejaba tras los ventanales de la capsula.
Miré a la pantalla y visualicé la hora.

-Diez y media-solté un suspiro y decidí terminar mi entrenamiento.

Me metí a duchar y mientras lo hacia, en mi mente pasaba la humana. Se había largado todo el día y ni comida me había dejado.

Bueno.

Si me dejó, pero tuve que comerla fría porque no se usar esa estúpida máquina calienta cosas.

Salí de la ducha y me puse una blusa blanca con unos pans cómodos. Sequé mi pelo y por fin salí de la camara de gravedad.
Me dirigí a la casa y abrí la puerta deslizante que conectaba con una pequeña sala de estar, me senté en ella y cerré los ojos disfrutando del silencio.
Hasta que unas llaves sonaron a lo lejos.