CAPÍTULO 34

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A la mañana siguiente, una nueva Bulma, feliz y muy renovada había despertado. Tomo una pequeña ducha y se colocó una ropa deportiva.

A pesar del embarazo, claramente el doctor le había dicho que necesitaba ejercitarse, pues esto ayudaba a la hora del parto y a que no fuera tan complicado

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A pesar del embarazo, claramente el doctor le había dicho que necesitaba ejercitarse, pues esto ayudaba a la hora del parto y a que no fuera tan complicado.

Paseó por su jardín durante una media hora disfrutando del viento fresco de la mañana y de algunos rayos de sol que lograban tocar su lechosa piel.
Al dar su última vuelta pudo observar cómo unos ojos azabaches e intensos la vigilaban desde lo alto de una de las habitaciones de la casa. Giró un poco su cabeza para encontrarse con el dueño de esa mirada, que claramente ya sabía a quien pertenecía.
Vegeta la vigilaba con su pose típica de brazos cruzados desde su habitación, al parecer el sayajin quería asegurarse de que la mujer no cometiera otro paso en falso como en la noche pasada.

POV VEGETA

De verdad tenía que cuidar de Bulma y de mi hijo.
Ayer casi se me sale el corazón cuando por los descuidos de la mujer, casi se cae. Unos segundos más y no la hubiera alcanzado.
Claramente creo que ayer demostré un poco del afecto que le tengo y ahora que la veo desde lo lejos observándola, me doy cuenta de que es una mujer tan fuerte en un cuerpo tan frágil.
No puedo simplemente marcharme y desinteresarme. Debo quedarme hasta el final y cumplirle.
Aunque admito que no es fácil este nuevo rol de "pareja"

—Es tan absurdo. ¿Por qué tuve que involucrarme con esta mujer? De verdad que todo esto pasó por culpa de mi orgullo—decía para si mismo mientras que mero abajo unos ojos azules lo observaban extrañados.
Ante esto, Vegeta gruñó y rápidamente se ocultó para que la peliazul no lo viera. Fue en vano, pues unas ligeras risillas lograron llegar hasta los oídos del príncipe.

—Agh, idiota—dijo y de nuevo se metió a la habitación para evitarse más escenas incómodas y vergonzosas.

POV NARRADOR

—Al parecer Vegeta me estaba observando—dijo la peliazul mientras que su mirada seguía arriba tratando de encontrarse de nuevo con los ojos que tanto amaba.
Después de haber acabado con su ejercicio se metió a la casa y camino directamente hasta su recámara, pues se sentía algo pegajosa y sería mejor bañarse.
Cuando estuvo a punto de meterse a su habitación, no pudo evitar echarle un vistazo a la puerta de Vegeta, pues desde ahí era donde la estaba vigilando.

—Que lindo—dijo contenta y se adentró a su recámara.

Preparo la tina y recogió su cabello para no mojarlo y que de esta manera solo lavara su delicado cuerpo.
Cuando pudo sentarse para darse un baño, noto como su estómago ya empezaba a notarse un poco más afuera del agua, pero no lo suficiente como para que el bulto estuviera por encima de la misma.
Cerró sus ojos mientras una sonrisa se le dibujaba en el rostro y una de sus manos hacia pequeños círculos en su no tan grande pancita.

—Tú padre si que es un caso perdido—habló y rio después de lo dicho.

Se quedó tan relajada en el agua y tan vagante en sus pensamientos que en pocos instantes el agua tuvo una pequeña turbulencia y cuando está abrió sus ojos para averiguar lo que había ocurrido, unos brazos ya la habían acorralado en una de las esquinas.

—¡V-Vegeta!—la mujer sonrojada trataba de cubrirse un poco con la espuma que vagaba ahí.

—Vaya, al parecer te sigo poniendo así después de todo—acaricio la barbilla contraria y dibujo una sonrisa ladina en su rostro.

—¡C-Cállate! ¿Qué diablos haces aquí? Recuerda que entre nosotros no puede haber mas que una...

—En ningún momento accedí a ello.

—¿Qué? Pero...

—Pero nada mujer. Es tan sencillo y simple como decir que eres mía. Solo mía—puso uno de sus brazos alrededor de su cuerpo atrayéndola firmemente mientras sus labios comenzaban a acercarse a los finos de la humana. Esta se quedó estática, pues no sabía que hacer en gran parte y la verdad es que también quería simplemente no hacer nada y dejarse llevar.

—V-Vegeta...—susurró Bulma antes de que los labios del sayajin se estamparan con los de la peliazul. Rápidamente el sonido tan necesitado de aquel apasionante beso se hizo presente en la relajada habitación. Unos cuantos chapoteos se escuchaban al igual que jadeos tan liberadores y excitantes.

Toc Toc

—¿Hija? ¿Estás aquí?

La madre de Bulma había sacado a esta de su ensoñacion, provocando que diera un pequeño brinco y que sus ojos se abriera de par en par al igual que unas mejillas sonrojadas se hicieran presentes.

—S-Si aquí estoy mamá, ¿pasa algo?—-la mujer checo el reloj que colgaba en la pared y aprecio que habían pasado quince minutos desde que se metió, así que salió de la bañera y se puso una bata para ir hacia afuera. Pues su madre le había hablado desde la puerta principal de su habitación.

—Oh, nada solo quería saber si quieres que te acompañe a la cita de hoy.

—¿Cita?—dijo una vez que había abierto la puerta mostrando a su madre.

—Si, la del ginecólogo. ¿Acaso la olvidaste?

—No, yo...de hecho ya me estaba arreglando—mintió pues de verdad se le había olvidado por culpa de cierta personita.

—Oh bueno, ya veo. Entonces te espero o...¿quieres que le diga al joven Vegeta que vaya?—preguntó con dobles intenciones, pues claramente quería que su hija y su querido yerno se arreglaran.

—¿Qué? Ay mamá que cosas dices—río un poco—Vegeta no querrá a ir por nada del mundo. Ni siquiera si su vida dependiense de ello.

—Bueno, yo pensé en la posibilidad...ya sabes. Que tú le pidieras que...

—No, si el va ir, no es porque se lo vaya a pedir yo, sino porque quiere ir.

—Si si lo que tú digas hijita. Le dire a tu padre que prepare el carro—sacudió su mano en forma de despedida y salió por fin de la habitación.

Bulma ante esto solo soltó un suspiro pesado y cerró la puerta antes de ir hacia la cama para sentarse.

—No le pediré que vaya...no señor—hizo una especie de puchero y comenzó a arreglarse colocándose un precioso conjunto de ropa maternal color amarillo.
Después de haberse vestido, cepilló su largo cabello y se dio cuenta de que quizá debería de cortarlo para que diera más énfasis a su aún delgada cara.
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Hola hermosuras!
Bueno aquí les traje el siguiente capítulo de esta historia espero hayan disfrutado de esto y sigan en espera del próximo.
Se que me tardo pero ahora que entre a la universidad es algo complicado.
De todas maneras seguiré con esta increíble historia en verdad!
Si les gustó por favor déjenme sus comentarios me animan  de verdad 🙈💜
Sin más que decir, besos y abrazos 🤗💕

Trougth LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora