Capítulo 28

60 10 0
                                    

Al terminar el día, estuve esperando a "Sa" para hacerla sonreír un poco y sacarla a pasear hacia donde ella quisiera. Después de haberse quedado conmigo y hacerme pasar un día increíble, se la debía. No lo hacía por devoción, sino por amor.

La estuve espiando desde adentro de la puerta como siempre (¡No sabía por qué seguía haciendo eso!) Estaba esperando el momento justo para verla y sorprenderla.  No quería que ella se diera cuenta, por eso se supone que es una sorpresa.

Al ver que ya estaba cerrando la cortina de la tienda para irse, la vi salir despidiéndose del dueño del local con una sonrisa como siempre. No importaba lo malo que  fuesen con "Sa" ella no te pagaba con la misma moneda. Te demostraba que era una mejor persona de lo que tú eras.

Ella echó la vista hacia la puerta como si quisiera verme, pero me moví en el momento justo  retirando mi ojo de la endidura de la puerta haciendo que no me viera.

Regresó su vista y se apresuró a caminar. Llevaba una mochila de color rosado. Supongo que ahí llevaba sus cosas. Llevaba un pantalón gris y una blusa de color blanco que dejaban a la vista los tirantes del sostén que tenía puesto y unos tenis converse. Su cabello siempre lo llevaba de un lado, tapando una porción de su frente y haciéndola lucir increíble.
Abrí la puerta muy despacio, ya que esta omitía un chirillo que se podía escuchar desde el otro lado de la calle.

Jalé y salí sigilosamente. Ella iba por la calle principal dirigiéndose con rumbo  hacia el parque. Yo no quería toparmela, ya que tenía una sorpresa para ella.

En mi pantalón; en el bolsillo izquierdo llevaba mi cartera con el dinero para poder invitarle todo lo que ella quisiera y poder saciar sus antojos. En mi bolsillo derecho llevaba mi teléfono celular, aunque casi no lo ocupaba más que para poder apreciar la belleza de "Sa" y escribir el libro que sería dedicado a ella, esperando que algún día lo leyera y se diera cuenta que su belleza fue y es fuente de inspiración. ¡Porqué ella es poesía! Ella se merecía eso y más. Así que nada me haría más feliz que invertir mi dinero en ella al cambio de una sonrisa; una sonrisa... de esas que te alegran el día.

Al ver que ya iba cruzando la esquina. Salí corriendo tras ella pero sin que me viera.
Los rayos del sol hacían disfrutar su presencia y hacia resaltar las puntas del cabello de "Sa" que miraba a distancia.

Yo iba del otro lado opuesto de la calle en la que iba "Sa".

Al momento que mis ojos perdieron el contacto con ella salí apresurado cruzando la calle corriendo para doblar en aquella esquina y entrar al parque central del pueblo.

Entré en el camino principal del parque y no la vi. Eso me angustió mucho. Mi mente ya estaba imaginando lo peor. La busqué con la vista como si fuera un robot haciendo clasificaciones para encontrarla, pero no obtuve resultado.

Mi corazón latía de una manera abrupta.
Estaba parado en la calle frente al parque mientras la gente pasaba y me miraba con rareza. Parecía una estatua. No me movía. Al entrar en sí conmigo mismo de nuevo, me moví para buscarla. Al cruzar una esquina...

—¡Buuuuu! ¿Qué estás hacieeeendo?—. Alargó la palabra y me encontré a la persona que menos quería encontrarme... a Karla.

—Estoy buscando a alguien —. Respondí sin prestar atención a su precensia  y levantándome de puntillas para poder buscarla al fondo de ella...

—Hey... estoy aquí —. Me dijo cruzando los brazos y un poco molesta — Mejor me voy. Adiós. Disculpa si te estorbo.

No procesé ninguna de sus palabras y para ser sincero no me importó. Lo único que quería era encontrar a "Sa" y tener una tarde increíble.

Karla miró una vez más a mí dirección mientras se iba, como si su mirada me insinuara que la detuviera, pero hice caso omiso.
Y se fue.

Me adentré en el parque buscando a "Sa" en cualquier lugar en donde se pudiera hallar.

Mi paciencia se estaba acabando, ya llevaba como siete minutos buscándola sin tener rastro de ella.

Al estar ahí, vinieron a mi mente aquellas terroríficas imágenes y el dolor que había pasado "Sa" aquella noche por culpa de su ex novio.
Al recordar aquello... un escalofrío recorrió mi cuerpo haciéndome perder la cordura en todos sentidos.

—¡Déjala en paz, idiota! —. Grité como si estuviera reviviendo aquella noche. El recuerdo era tan real que me olvidé que estaba en  el presente.
La gente me miraba como si estuviera loco y se alejaban de mí, haciendo un espacio vacío donde yo me encontraba.

Cuando menos me lo esperé, ya estaba de cuclillas soltando una que otra lágrima. Pero el dolor seguía dentro. Sin más me levanté y grité:
— "Sa" ¿Dónde estás? —. Exclamé con un tono desesperado, como si esperase que el cielo me diera la respuesta a mi pregunta gritada a los cuatros vientos.

Me puse de pie sin dejar de mirar en aquella dirección donde noches antes estaba "Sa" tirada mientras pasaba la manga de mi camisa sobre mi mejilla para limpiar aquellas lágrimas que  caían con mis sentimientos al piso del parque. Mis ojos se pusieron rojos.
Sentía cólera...y triseza a la vez.

—"Sa" perdón —. Solté entre susurros. Con una voz apenas audible y quebrada.

—¡Alejense! Ha de estar drogado —. Escuchaba entre murmullos de la multitud que prestaba atención a la escena que estaba exponiendo.

¿Y cómo fue que llegué hasta allí? Hace un momento tenía el plan de sorprender a "Sa" y tener una tarde increíble, solo con su presencia y la belleza de la naturaleza, pero... por lo visto el panorama cambió. Ahora estaba montando otra escena en un lugar público influyendo miedo a los espectadores.

Al Otro Lado De La CalleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora