Todo comenzó una tarde, una tarde de bello crepúsculo.
No era un día fuera de lo normal.
Íbamos por la calle de siempre.
Hablando sobre la mínima tontería que se nos ocurriese.
Hacia el lugar de siempre. Una academia.
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Un alma herida y un corazón desecho
Short StoryDicen que un hombre no llora, pero aquí estoy yo. Ella, una mujer paradisiacamente bella con una sonrisa deslumbrante, y yo un loco enamorado. Sus ojos son un pedacito de universo hecho de chocolate que se me antojan tanto comerlos aparte de mirarl...