-No suelo ser de las personas que guardan rencores- le respondí con algo de serenidad en mi rostro.
Y ciertamente no guardo en absoluto rencor ni a mi exnovia ni a Alan.
-¿O eres demasiado noble, o tan solo la utilizaste y nunca la amaste?- me replicó ella con tono de completa duda- nadie en su sano juicio deja ir a alguien que ama.
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Un alma herida y un corazón desecho
Historia CortaDicen que un hombre no llora, pero aquí estoy yo. Ella, una mujer paradisiacamente bella con una sonrisa deslumbrante, y yo un loco enamorado. Sus ojos son un pedacito de universo hecho de chocolate que se me antojan tanto comerlos aparte de mirarl...