Caminábamos por una calle cercana al parque central, cuando de repente estuvo cerca de ser atropellada por una camioneta.
-¿Alguna vez te has puesto a pensar cómo te gustaría que fuese tu muerte?- le dije mientras reíamos después de aquel instantáneo susto.
Quizá suene algo psicópata pero como había dicho antes hablábamos de cualquier nadería que se nos ocurriese.
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Un alma herida y un corazón desecho
Short StoryDicen que un hombre no llora, pero aquí estoy yo. Ella, una mujer paradisiacamente bella con una sonrisa deslumbrante, y yo un loco enamorado. Sus ojos son un pedacito de universo hecho de chocolate que se me antojan tanto comerlos aparte de mirarl...