Empezó a caminar mucho más rápido, tanto que parecía que tan solo se deslizaba en el pavimento.
Y hay iba yo, corriendo detrás de ella.
En ese momento no me importó mi orgullo ni nada de esas cosas. Tan solo me importaba ella.
ESTÁS LEYENDO
Un alma herida y un corazón desecho
Short StoryDicen que un hombre no llora, pero aquí estoy yo. Ella, una mujer paradisiacamente bella con una sonrisa deslumbrante, y yo un loco enamorado. Sus ojos son un pedacito de universo hecho de chocolate que se me antojan tanto comerlos aparte de mirarl...