Mi único (Malec Mpreg)

6. Mi lobo

Quizás el amor entre ellos dos lo consumía todo y era demasiado profundo como para ser saludable, pero a ellos no les importaba. Cada amor es diferente. Él no cambiaría esto por nada en el mundo.
(Alessandra Hazard)

* * *

"¿Cuál quieres primero? Desde que tu mirada cruzó con la mía, sé que yo te daré todo lo que quieras, cuando quieras..."

Las palabras de Magnus, su Magnus, en su cabeza lo aturdían... ¿de verdad lo haría?

Pero él no podía simplemente tomarlo como suyo y reclamarlo. Aunque se moría de ganas. Su cuerpo ardía de deseo por hacerlo. Pero primero debía hablar con su manada, explicarles que había encontrado a su único, y decirles quién era, disculparse con Lydia y su familia, ver si aún lo querían como alfa o tendría que dejarlos...

Porque lo único claro es que de su compañero ya no iban a poder separarlo.

La mano de Magnus acariciaba la caliente mejilla de su único, la otra se había colado bajo la ropa de Alec y acariciaba el hueso de su cadera, tentando con movimientos circulares el autocontrol de Alec.

Alec se pegó más a su único, sus labios fueron directo a aquel cuello moreno y mordisquearon con ganas de enterrar ahí sus dientes y marcarlo ahí mismo. Sus caderas chocando con las de Magnus, ambos gimiendo y...

Las fuertes manos de Alec desgarraron la camisa de Magnus. Con un gruñido se separó de él, lo arrastro a un lado de la casa mientras empezaba a desnudarse y usó su enlace mental para decir "Quítate el resto".

Mientras él mismo se despojaba de cada prenda. No podían tomarse hasta que él arreglara su situación, pero quería -necesitaba- verlo, tocarlo, besar cada rincón de aquel cuerpo...

Magnus obedeció de buena gana, con una sonrisa, su mirada recorriendo con deseo el pálido y fuerte cuerpo de su único.

Cuando estuvieron completamente desnudos, bajo la luz de la Luna casi llena que iluminaba el campo de la manada Lightwood, Alec le ofreció su mano, Magnus la tomó sin dudar, de un tirón fue llevado hasta que sus cuerpos, desnudos y vibrando de deseo, chocaron juntos.

Ambos morían por unir aquellos cuerpos, pero la imagen que Magnus recibió de Alec fue clara, justo antes de que rompiera el beso con un gruñido y se separara de él, el sonido de la transformación rompiendo el silencio.

Y Magnus miró maravillado a su hermoso compañero transformarse en un gran lobo negro, de hermosos ojos azules que lo miraban como diciendo "Tu turno".

El lobo ojiazul echó a correr, aullando, llamando a su compañero...

CONTINUARÁ...

Hasta el siguiente! 🐺