25. Marcado

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Entre cambiaformas que son compañeros el amor  florece fuerte y rápido,  y solo sigue creciendo  con los años. Por lo que no te avergüences, nunca,  de hablar con tu corazón.  Tú tienes el mío en tus  manos desde el momento en  que te vi.
(Bailey Bradford)

* * *

"Si así se sintió estar dentro de tu boca, no me imagino aquí".

Las caderas de Magnus se sacudieron cuando sintió el dedo de Alec tanteando su entrada, sólo acariciando el borde mientras se besaban.

Era un beso caliente, necesitado, provocador. Sus caderas se mecían suavemente entre sí, las de Alec subían para encontrarse con las de Magnus, y las de éste bajaban, dibujando círculos, friccionando sus miembros duros.

Alec fue quien cortó el beso. Hablo mediante su enlace: "Te necesito. Necesito..."

-Lubricante -jadeo Magnus, mirando alrededor de la habitación.

Los ojos de Alec brillaron con lujuria pura. "No lo necesitamos. Ven".

Magnus no era un santo ni de cerca, pero le sorprendió lo descarado y desinhibido que era su Único en la cama.

"Sólo contigo, anda, muévete".

El miembro de Magnus dio un tirón cuando Alec le envió la imagen mental de lo que quería.

La boca de Magnus en su miembro, dejándolo completamente mojado, cubierto por su saliva, mientras la lengua de Alec trabajaba su entrada, lubricándola así.

Magnus lo miró una sola vez, dejó un beso rápido en esos labios y se movió, quedando él frente a la enorme erección de su único y...

Apenas empezaba a pasar su lengua de la base a la cabeza del miembro de Alec, cuando sintió la de éste juguetear con su erección y deslizarse más allá, hasta su entrada. Magnus aulló, no gimió, aulló, sobre la erección de Alec, provocando una sacudida de caderas que lo llevó más profundo en su garganta. La sorpresa provocó un movimiento en el cuerpo de Magnus, sus piernas se abrieron más, dando más espacio a la hábil lengua de Alec.

Los dos terminaron jadeantes y temblorosos.

-Suficiente -Magnus apenas pudo pronunciar la palabra, mientras se bajaba -con movimientos torpes- del cuerpo de Alec.

Pero antes de que pudiera recostarse, Alec lo jaló hacia él, le dio un beso duro antes de soltarlo: -Móntame.

Aquellos ojos se abrieron demasiado y luego sonrieron. "Con gusto". Magnus se acomodó sobre la erección de Alec y fue bajando lentamente, luego subiendo y bajando, a un ritmo enloquecedoramente lento hasta que Alec gruñó y empujó sus caderas hacia arriba, su miembro golpeando la próstata de Magnus. Magnus echó su cabeza para atrás y aulló, su cuerpo se sacudió, Alec lo detuvo de las caderas, y empezaron a moverse ambos, encontrándose en el medio, hasta que Alec sintió que ya no podía más y los giró en un movimiento rápido sin salir de Magnus.

"Me gusta más así", la espalda de Magnus contra el colchón y Alec moviéndose dentro de él.

"Te amo, te amo, te amo", las palabras resonaron en su cabeza mientras Alec lo besaba y luego arrastraba sus labios por su cuello, hasta el punto en que se unía con su hombro, su lengua acarició la piel cuando sus caderas se sacudieron sin control, sus dientes se clavaron en la carne de su Único mientras se corría dentro de él, marcándolo de ambos modos, reclamándolo como suyo.

Magnus aulló cuando se corrió entre ambos.

-Ya eres mío -Alec se las arregló para decirlo en voz baja, su lengua acariciando la marca de su mordida.

Magnus sonrió. -Siempre lo fui.



CONTINUARÁ...

¿Qué tan horrible ha quedado el reclamo?

Se acabó el maratón, los leo después. ¿De qué otra quieren maratón?

Mi único (Malec Mpreg)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora